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jueves, marzo 13, 2008

Zunilda somos todos

Zunil en su debut en Televen

He decidido pedir disculpas por lo publicado en el post "El señor Nnnghn". En dicho post, sugerí la posibilidad de que Zunilda, la señora que limpia en la casa de mi abuelo, tenía descendencia india por algún lado ya que el indio que se mudó al cuarto de al lado llegó forrando las bases de las hornillas de la cocina con papel de aluminio.

Al parecer la mitad de los hogares venezolanos tiene sus hornillas forradas de papel de aluminio y no es un mero zunildismo como llamarle agua'e panela al papelón con limón, por ejemplo...

viernes, marzo 07, 2008

El señor Nnnghn

Ahora mi vecino es de India

Tras varios meses de búsqueda, finalmente un indio se mudó al cuarto de al lado. El tipo es bien gracioso. Por alguna extraña razón, hoy cuando llegó se alegró todo cuando vio que yo estaba cocinando arroz. Es fácil saber cuál es su armario de comida porque, al abrirlo por error, todo queda jediondo a curri. Cada vez que dice algo se ríe. Mi hipótesis es que sabe que nadie le entiende. Todo lo que dice suena a brlp brlp brlp brlp brlp. El tipo me llamaba Scott... y a Scott le llamaba Luis. Y varias veces me preguntó que cómo era Grecia y que cuál era mi nombre griego... Hasta que le dije que mi nombre verdadero y único era Luis, que yo era de Venezuela y que lo más cerca de Grecia que yo tenía era una actriz de los ochenta llamada Grecia Colmenares. En ese momento puso cara de chino. Para romper el hielo le pregunté que cuál era su nombre verdadero y me dijo Brlpbrlpblp Nnnghn. Lo dejé de ese tamaño.

De este intercambio cultural creo que lo más importante que me ha quedado es el hecho de que, sólo con una semana aquí, me ha enseñado que Zunilda, la señora que limpia la casa de mi abuelo en Caracas, tiene descendencia india por algún lado: el pana llegó forrando de papel de aluminio las bases de las hornillas de la cocina...

lunes, marzo 03, 2008

Yo quiero un Excelsior Gamma en Toronto


Toronto es una amalgama de culturas. La gente nueva que llega siempre se da cuenta rápido y bromea mucho sobre la respuesta que dan los canadienses cuando les preguntas que de dónde son. Todos siempre contestan "yo nací en Canadá... pero mis papás son de _______". Creo que el canadiense más puro que conozco es mi jefe que es como cuarta o quinta generación canadiense y creo que una de sus abuelas era de otro país. Pero su caso es muy raro aquí.

Hay zonas con grandes grupos de italianos, portugueses, polacos, griegos, coreanos, chinos... La variedad de productos para satisfacer tan variopinta demanda es alucinante. El arroz que estoy comiendo ahorita es de tipo Basmati y es importado de India. Es delicioso. Y hace rato me percaté de que Aster, la coreana que maneja la casa, me había dejado en la puerta un paquete de algo que no sé qué es pero que tiene 175 kcal y 4,5 gramos de algo más... Sabrá Dios qué.






Debe ser interesante estar al otro lado del planeta y conseguir productos de tu país. Cuando voy al supermercado consigo Harina P.A.N. y Maltín Polar (aunque de un tiempo para acá consigo sólo Malta Goya que ni idea de cómo será. Siempre la dejo en el anaquel). Usualmente compro unas tres laticas de jugo El Valle, para cuando me provoca un juguito de mango (que nunca competirá con el batido de mango de mi abuelo, pero que sirve para matar el antojo).

Hace días me provocó un Toddy y me compré una cosa llamada Ovaltine. Malo malo. Lo peor es que me fui de fiebrúo y me compré el frasco más grande. Otra cosa que me gustaría conseguir es chicha de larga duración y Pirulín, que es un éxito absoluto en la oficina. He llevado un par de latas y vuelan. Un quesito blanco fresco de vez en cuando tampoco estaría mal, o unas mozarella de búfala.

Por cierto, al final las galletas misteriosas, que a juzgar por los dibujitos de la caja y las formas de pececitos y estrellitas son para niños, resultaron ser picantes. ¡Esos coreanos son unos degenerados!

Las misteriosas galletas de Aster