Subscribe Twitter Facebook

sábado, junio 23, 2007

¿Quién quiere tener un BMW?

La semana pasada fue bastante intensa en la oficina. Tenemos que entregar un proyecto el viernes que viene y la cosa está ruda. Así que la semana que viene también va a estar bastante peliaguda para Esteban...

En esta ocasión voy a compartir con ustedes parte de lo que hago para ganarme la vida, para traer el pan a casa, para proveer de sustento a mi familia, en lo que sudo mi frente de sol a sol de lunes a viernes de 9:30 a.m. a 5:30 p.m. con media hora de almuerzo: Flash y Photoshop.

Una de las páginas del curso nuevo requería de una imagen donde estuvieran dos personas de dos segmentos de mercado distintos, cada uno con un BMW de igual modelo. Primero tuvimos que hacer una especie de casting fotográfico para ver quiénes iban a representar a cada segmento. Encontramos a los señores Social Climber (izquierda) y Upper Conservative (derecha):


Ahora bien. ¿Cómo hacer para que posen frente a un BMW? Es aquí donde ocurre la magia. Una búsqueda en Google te puede llevar tras unos minutos a encontrar estas fotos.


Y un par de minutos después, gracias a la magia de Fotochosss tenemos al Social Climber con su flamante BMW:


Y al Upper Conservative también:


Y eso que mi manejo de Fotochosss da pena... Un par de detallitos más y finalmente tenemos la imagen nominada al Oscar por Mejor Diseño de Vestuario, Mejor Maquillaje y Mejores Efectos Visuales.


Coge por ese pecho, Spielberg.

viernes, junio 15, 2007

Mini-Me is in da house, yeah


Es el nuevo inquilino de Cunningham Avenue... lo único diferente es que en vez de vivir con nosotros, trabaja para nosotros (es un espanta... ardillas y gatos)... ah bueno, y que es una réplica de plástico de Mini-Me (quien no tenga idea de qué hablo, remitirse a las películas de Austin Powers).

Shane, quien vive en el piso de abajo, se la pasa encontrando cosas en la calle y las trae a la casa. Así, tenemos en el patio dos pinturas del Moulin Rouge, una alfombra, muebles varios, leña para hacer fogatas y ahora, al fiel cuidador del huerto debajo del árbol de peras.


Como ven, vigila la pequeña plantación de frutas y hortalizas las 24 horas del día con mirada inescrutable, no fastidia mucho y se pone corbata para trabajar. El otro día pidió un aumento y se lo dimos: antes guindaba a 20 centímetros del suelo... ahora guinda a 30 (y que conste que este chiste es de Sam, no mío).

domingo, junio 10, 2007

iSolated


Aceptémoslo: con el iPod, te sientes el centro de atención pero estás completamente alienado de interactuar con tu entorno. Es culpa de esos comerciales tan cool. Cuando caminas por la calle, escuchando una de esas canciones inspiracionales con las que provoca bailar, deseas ser uno de los negritos con los audífonos y los fondos de color... pero estás aislado de la sociedad, en una caja de cristal musical a veces más pequeña que un empaque de chicle.

Por eso he decidido que en vez de ir al trabajo, aislado, escuchando música, voy a ir aislado leyendo. En este momento tengo "Fight Club" de Chuck Palahniuk y es perfecto porque me leo un capítulo en el tiempo que me toma montarme en el tranvía y llegar a la oficina. Esto me ha permitido reencontrarme con el perdido hábito de la lectura y me ha hecho descubrir un nuevo placer ocioso: mirar a la gente aislada escuchando música y tratar de adivinar lo que están escuchando. Ese está escuchando el disco nuevo de Björk... aquella está escuchando Ella Fitzgerald... ese está escuchando Village People...

A veces la vida te da la oportunidad de escuchar qué es (aquellos que se aislan a todo volúmen) y te llevas sorpresas bastante agradables... como que el chamo medio punk que se montó hace rato con la ropa de cuero pegada y medias de rayas blancas y negras secretamente está escuchando Elvis Crespo.

¿Qué mejor manera de comenzar el día?

PD: el dibujo lo hice en el trabajo para uno de los proyectos.
PPD: sí, para eso me pagan...

miércoles, junio 06, 2007

Arepitas de la amargura


El otro día me encontraba haciendo arepas para desayunar (delicioso hábito dominguero) y no sé cómo ni por qué, comencé a cantar "Arepitas de manteca" (creo que ahora entiendo por qué mis compañeros de piso a veces me miran raro... pero ese no es el punto. El punto es que) a mitad de canción quedé horrorizado con lo que estaba cantando.

Primero: "de cebada pa' papá que no da nada". Empezando porque papá dio la mitad de la carga genética necesaria para que se creara el muchachito, a menos que la madre fuera hermafrodita. Por otra parte, si la madre fuera soltera perfectamente podría removerle la estrofa a la canción, en aras de evitar crisis de ausencia de figura paterna claro está. ¡Es la semilla del odio sembrada en el corazón de una inocente criatura en uno de sus estados más vulnerables: cuando está hambriento!

Segundo: "de manteca pa' mamá que da la teta" ¡Ah! A mamá sí de manteca ¿no? A esa misma mamá que después viene y le pregunta a papá si está gorda después del atracón de carbohidratos y grasas polisaturadas de las buenas (que no importa que sea Nelly o Chiffon Light, igualito engordan) y le arma tremendo peo cuando éste mira para otro lado o le esquiva la pregunta astutamente. Por otro lado, ¿por qué el feminismo? Y además un mal feminismo porque implícitamente está el mensaje de que la mamá sirve es para dar la teta y más nada...

Confieso que hasta hace poco no conocía la tercera estrofa que dice "Arepita de chicharrón pa' papá que da calzón", pero intuyo que fue víctima de la censura por su alto contenido erótico. Yo digo, ya que estamos en esto, aplicarle la Ley Resorte al resto ya o cambiarla a una versión más políticamente correcta, alimenticiamente sana o ajustada a la realidad como por ejemplo "de pechuga de pavo light pa' mamá que trabaja ocho horas y tiene que llegar a la casa cansada a hacerle las pedazo de arepas a papá" o "de paciencia a papá cuando revisa los estados de cuenta de la tarjeta de crédito y se da cuenta de que mamá se espalilló un realero en la peluquería"

viernes, junio 01, 2007

Señales inequívocas de la decadencia de la televisión venezolana, vol. I

(Imagen de archivo)

Con todo lo del cierre de RCTV, me entró una especie de nostalgia por lo que veíamos en televisión cuando lo que conocíamos por cable era Omnivisión Multicanal. A pesar de todos los avances tecnológicos de este siglo, no hay que ser demasiado astuto para darse cuenta de lo superior que era la televisión venezolana cuando .
  • Las comiquitas y series: en nuestra época veíamos las comiquitas y series que daban la hora en el momento, como los Thundercats, Alf, La Pequeña Maravilla (cuya traducción oficial era Vicky la Robot), Punky Brewster. Recuerden que las dos últimas eran transmitidas por Venezolana de Televisión. Sí, ellos transmitían series buenas.
  • Las películas de estreno de Cine Millonario: porque Duro de Matar alguna vez estuvo de estreno.
  • Tropicana R de la B: ¿a dónde fueron los micros de los desfiles de Tropicana? Es más, ¿a dónde fueron los desfiles de Tropicana con Emma Rabbe? Es más, ¿a dónde fue Tropicana? La que había en el Concresa es ahora un Farmatodo... Recuerdo cómo de niño me preguntaba por qué mi mamá no compraba ropa en Tropicana o en Gina. De hecho, todavía me lo pregunto...
  • Las propagandas de Minelli y Didigin: la estrella femenina del momento doblando pobremente la canción del momento, versionada para acomodar la marca respectiva.
  • Las propagandas de Extravisión: aquellas ferias de lentes que "polarizaban la luz del sol" y siempre eran en el Hotel Don Pelayo. En esta misma serie se puede mencionar las ferias "donde podrá encontrar las pinturas de 1000, 2000 y 5000 bolívares que ahora están a 500, 700 y 1200".
  • El Miss Venezuela: en un momento, todo el mundo podía enumerar a las Miss Venezuelas que habían tomado el cetro por año. Se convertían en estrellas. Incluso muchas de las misses que no llegaron a nada se convirtieron en animadoras o en figuras de la vida pública harto conocida por todos. Ahora nadie recuerda quién es la Miss Venezuela de turno y el nombre del certamen es Miss Veamos-a-quién-escoge-Osmel-este año.
  • El circo de las cómplices con Viviana Gibelli, Maite Delgado y Delta Girbau: que siempre tenía a un artista invitado disfrazado de payaso y cuya identidad era revelada al final del programa. Contaba los largos minutos hasta que decían quién era. Nunca la pegué.
  • Los prohibidos: Archivo Criminal (Er chivo criminal jeje) y Alerta. Yo no los veía porque me daban miedo. Sólo recuerdo la propaganda que catapultó la frase "yo no estoy loca, yo soy planetaria", hito de los noventa.
  • Las novelas: recuerdo que hasta hace poco tiempo me jactaba de decir que Alba Marina (con Karina y Proyecto M) era la única novela que había visto en mi vida. A mi mamá no le gustaba que estuviéramos viendo novelas (gracias a Dios) y sólo vi esa porque era fan #1 de Karina. Sin embargo, haciendo memoria creo que también vi Dulce Ilusión con Coraima Torres y Vampi... A pesar de que no las vi, sé que novelas como El Derecho de Nacer, Cristal, La Dama de Rosa, Topacio, Abigaíl, Kasandra y Por Estas Calles fueron súper exitosas, incluso a nivel mundial. Y que los actores eran de verdad (especialmente mis maestros: Raul Amundaray y Lupita Ferrer)... no como los fantoches de ahora. Recuerdo que me puse triste cuando se murió Doris Wells. ¿A Todo Corazón cuenta como novela?
  • Los premios: desde hace años se acabaron los Meridiano de Oro y los Premios Ronda (que luego era sometido al escarnio público en la Radio Rochela con su Premio Sonda). La única premiación que sigue hasta los momentos es la Orquídea y es una farsa porque todo el mundo se la gana.
  • Sábado Sensacional: mucho antes de llamarse Súper Sábado Sensacional era de hecho mejor. Yo no me acuerdo, pero buscando en Wikipedia encontré que en su era de oro, los Jackson 5 se presentaron en el escenario de Súper Sábado... sin contar a invitados memorables como Nelson de la Rosa, o Yuyito, o la Tongolele... o Juan Carlos y su rumba flamenca. ¿Quién puede olvidar el close-up de los glúteos de Fedra López rodeados de plumas blancas tongoneandose cadenciosamente en la pantalla del televisor? Y ni hablemos de los sábados "loco loco loquísimos".
  • Los sitcoms: ¿quién no vio Leonor con Esther Orjuela y Erika Medina?, ¿o La Pandilla de los 7 antes de que Servando fuera enemigo público de todos?, ¿o Kiko Botones con el mismísimo Carlos Villagrán en el papel de Kiko y Emilio Lovera.
  • Los unitarios: Via Crucis en el Barrio, Cuerpos Clandestinos y los del Conde en Venevisión como Condenator y Condecop.
  • Nestlé Servicios al Consumidor presenta "Nuestra Cocina" (¡gracias Ar :-D!): un clip que grababan desde el piso 6 de la torre Polar en Plaza Venezuela. Los programas más viejos que recuerdo eran sólo de Maggi y la señora hacía especial énfasis en que tenía que ser MAGGI lo que se usara...
  • Publicidades y productos clásicos: el Limpiador de Pocetas Más en primer lugar (por supuesto), Prudencia es asegurarse con Seguros La Seguridad, jabón Zakka (y el comercial con Henri Zakka), los comerciales porno softcore de Emeli Rodín ("tu vida es un casino, ese es tu destino"), Holsum sin concha ("soy el pan... original... me gusta ser natural"), El Negocio Redondo, ven ven ven a Depoven (¡qué alegre me pongo! ¡con Bs. 10 de inicial!), todas las de Cruz Verde ("mi limón mi limonero", "tres colores de Cruz Verde", "María Cristina me quiere gobernar").
  • Contesta por tío Simón: de cuando Venezolana de Televisión era educativo. Todos sabemos que los lu los lu los lu... los lunes son de Coquito, los martes son de Zurima... ¿Cuál era el día de Chusmita?
  • Los programas de humor: primero que nada Radio Rochela (Felix Gonzalito, Los Waperó, Casanova 90, Flora y Hortensia, Queridas Amigas, Rafucho, El Chunior) pero también hay que notar a Bienvenidos (con los chistes incomprensibles, los viejo viejo viejo pero bueno bueno bueno, Boberto, el Loco Hugo, Cosas que pasan, El matrimonio es como el demonio, Risas risas y más risas), o Cheverísimo.
A pesar de que la gente de mi generación no disfrutó de las bondades de la Internet con todo lo que ella acarrea, sí podemos agradecer una televisión con alto contenido de calidad, que nos dio lo mejor (y lo peor) de nuestra identidad y nos forjó en lo que somos: hombres y mujeres de bien, gente de mi país, gente Cada.