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sábado, marzo 31, 2007

La mejor forma

Resulta que mi prima llega a la Inmigración de Canadá y la para el Departamento de Agricultura para preguntarle qué tipo de alimentos traía. Lo usual que puede llevar una venezolana en la maleta: Pirulín, Harina P.A.N. y diablitos... pero ¿cómo se le explica a un canadiense qué contiene una lata de diablitos (si a veces ni siquiera uno está seguro de lo que hay debajo de esa deliciosa capita amarilla de grasa que va tan bien con una arepita)?

Sólo puedo imaginar la cara de perplejidad del agente ante la respuesta (además cantada) de mi prima: "it's the best way to eat ham!".

Definitivamente, es de familia...

jueves, marzo 29, 2007

¡Y llegó la prima Vera!

En la tradición de los post de temporadas...

¡Y llegó la primavera!

Tal y como dice la gaita pues. Mi primer invierno ha terminado finalmente con un saldo de tres heridas por resequedad en las manos, una caída, dos tormentas, dos abrigos en el fondo del closet y kilos y kilos de nieve y raspado de tamarindo en su haber.

Ahora comenzó la primavera. Primer hecho desmitificado es que la primavera es completamente soleada. Yo pensaba que era así para que a los árboles les salieran hojas y las flores nacieran de nuevo, pero no. Es una llovedera, alternada de algunos días soleados. Igual creo que no me importa. No hay nada como el calor (es decir, cualquier temperatura sobre los cero grados centígrados). Aunque debo confesar que ya me parecía completamente normal ponerme el poco de capas de ropa y salir como un bojotico de estambre a la calle. Es interesante cómo uno se acostumbra rápido a las cosas. Supongo que es la ventaja de ser venezolano (como cuando era excesivamente normal hacer una cola de una hora mínimo para echar gasolina ¿se acuerdan?).

Así que el viernes estábamos con un día soleado, a 14 grados y la ciudad era otra. Había mucha gente en la calle caminando así que me animé y caminé. Y caminando tranquilo, disfrutando el atardecer llegué hasta mi casa. Yo pensé que me había caminado como 10 kilómetros y cuando llegué y busqué en MapQuest descubrí que caminé sólo 4 kilómetros. ¡Un coño! Considerando que yo marchaba desde Terrazas del Club Hípico a pleno mediodía, bajo una pepa de sol a 40 grados calcinantes. Y ni hablar de la gente que marchaba desde San Antonio (la panamericana tiene 14 kilómetros en montaña).

Y yo que estaba tan orgulloso.

En fin, que ahora sí es verdad que se acabaron los post con nieve para alegría de los detractores del monotema. Prepárense para la lluvia, cambio abrigo por poncho.

lunes, marzo 26, 2007

A que no adivinan qué desayuné hoy

(Esto se me ocurrió mientras desayunaba hoy)

Viene Watson y le pregunta a Sherlock Holmes:
- Oye, Sherlock.
- Dime Watson.
- ¿Cuál es el queso que me dijiste que comprara?
- ¡El emmental, mi querido Watson!

(Onomatopeya de redoble de batería aquí)

sábado, marzo 24, 2007

Cultura canadiense vol. 2


Ya una vez hablé de algunas cosas que he notado de mis amigos canadienses. Es momento de retomar el tema y añadir algunos detalles interesantes que he podido constatar en los meses de estadía por estas tierras.

De la hora de comer.
Yo no sé por qué, pero a mis jefes les encanta comer en la oficina sentados frente a la computadora. Compran el almuerzo y se lo llevan a la oficina. Primero, es la incomodidad de comer con ese perolero en la mesa, luego el riesgo de derramar salsa de burrito en el teclado o sus adyacencias. Digo, ¿qué necesidad hay teniendo una mesa en el kitchenette para comer? Ni que las noticias las borraran de Internet después de mediodía. Creo nunca los llamaron a comer cuando eran chiquitos o les dejaban llevar la comida al cuarto. Ahora veo la importancia del "está lista la comida... a comer... bajeeen que se enfría... PERO BUENO VALE, BAJEN A COMEEEER...".

De repente un día les da por comer en la mesa del kitchenette. ¡Pero entonces no esperan a nadie!. Aplican duro la de San Blas. Nada de sobremesa, de conversación social. Y noté que el chino estaba agarrando las malas costumbres y típico que siempre como con él. Así que tuve que amaestrarlo en las buenas costumbres de comer donde es y de hacer sobremesa. O por lo menos esperar mientras la otra persona termina. Por pasar 10 minutos más no se va a atrasar el proyecto. Digo.

Y no es que es la gente de la oficina y generalizo, porque en la casa soy el único que usa la mesa de la cocina. La repercusión de esto es una disminución paulatina pero notoria de los platos, vasos y cubiertos de la casa (todos se están pudriendo en el cuarto de al lado, donde duerme el chamo de Montréal. Lo bueno es que no me llega el olor... bueno, sólo cuando abre la puerta de su cuarto. No creo que haya Febreeze que pueda con eso).

Del protocolo post-estornudo
Cambiando de tema la gente no dice "salud" después de que alguien estornuda. Primero pensé que era que no se daban cuenta de que estornudaba. Entonces comencé a estornudar cada vez más duro... y nada. Dejé estornudar duro el día que bajó uno de los que trabaja en el tercer piso preguntando que si alguien estaba torturando un gato...

Lo siguiente que intenté fue decir "bless you" cuando otra persona estornudaba y nada. Ni las gracias. Milenios de superstición echados a la basura. Y me pongo a pensar que nosotros decimos "salud", "dinero" y "amor". ¡Qué molleja! ¡Del perolero que se pierde esta gente!

De los bancos.
Las planillas de depósito venezolanas fueron diseñadas por un torturador chino... Y después le pusieron 20 dígitos a los números de cuenta. De forma tal que hay un 2% de probabilidad de éxito de depositar tres cheques sin equivocarse llenando la planilla. Aquí tienen un sistema donde en la caja, deslizas la tarjeta de débito por un punto de venta, pones tu clave y listo. Ah y ¿endoso de cheques? Nunca más. Y no importa de qué banco sean, se hacen efectivos al instante (a menos que sean montos grandes que toman un par de días).

lunes, marzo 19, 2007

Haute cuisine

Sé que este post lo ha esperado en secreto muchos de mis amigos cercanos... Esos que se reían de mí a escondidas cuando les decía que iba a vivir solo y pensaban "ya lo quiero ver haciendo mercado", los mismos que "juraban que mi máxima independencia llegaba hasta lavar el baño y mi ropa".

Confieso que he cocinado.

Y hasta ahora no ha habido daños a propiedades o a terceros que es lo mejor de todo. Yo había cocinado cosas sencillas, tipo pan tostado, arepa, huevo frito, huevo hervido, tortilla, revoltillo, revoltillo con jamón... cereal con leche... Pues no, nunca me había atrevido si quiera a pensar en hacer un arroz o preparar carne en cualquiera de sus formas. En resumen, mi pericia en el arte culinario se limitaba a los productos recalentables o congelados... y huevo en gran variedad de presentaciones (por favor, abstenerse cuerda de jodedores de referir esto en los comentarios. Gracias).

Total que un día me dije que la manera de vencer el miedo era comprando carne y arroz y atreverme a prepararlos (total, la cocina es eléctrica así que el riesgo de incendiar la casa era pequeño). Sabía que el remordimiento de conciencia de que se pudriera, de perder esos reales sin ni siquiera haberlo intentado me iba a perseguir hasta la tumba. Pregunté cómo se hace un arroz y me pillé a John (el tipo que vive en el cuarto de al lado) preparando un salmón.

El orgulloso resultado se puede apreciar en la gráfica que encabeza este post. Nada mal, ¿verdad?

Luego cociné una carne molida que honestamente no me quedó tan bien... pero no lo suficientemente mal como para no arreglarse con una buena cantidad de mayonesa y salsa BBQ. Así que decidí quedarme con el salmón, que tanta satisfacción me dejó.

Han pasado ya 3 semanas y estoy harto de comer salmón. ¡Por el amor de Dios, que alguien me diga cómo cocinar otra cosa!

domingo, marzo 18, 2007

Musiquita pa' los panas

Hace semanas salió esta canción aquí y me gustó mucho. La verdad es que no he escuchado más nada de esta cantante canadiense pero me gustaría compartirla con ustedes para no perder la costumbre pues.

Feist - "My Moon My Man" del álbum The Reminder.

jueves, marzo 15, 2007

Untontotorontiano


La semana pasada me dí un fugaz paseo por la ciudad de Washington D.C. en Estados Unidos con unos amigos que viven allá. Es la primera vez que salgo de Canadá desde que llegué hace apenas dos meses. Me encanta viajar y mientras esté aquí voy a aprovechar de hacerlo lo más que pueda (por cierto, del 6 al 11 de abril voy para Nueva York :-D ¡no lo puedo creer!).

Washington es muy interesante. Está llena de sitios para ver y conocer y sentí que me perdí muchas cosas y me faltó tiempo. A pesar de esto, el viaje estuvo excelente. La pasé buenísimo con mis amigos y gozamos un puyero desde que llegué hasta que me dejaron en el aeropuerto.

Ahora, para entrar en materia, una de las cosas más interesantes ocurrió no precisamente en pleno viaje sino al regreso. Iba en el Metro cansado por el trajín, queriendo llegar a mi casa y fue cuando me di cuenta de lo que estaba pensando: estaba regresando a casa... en Toronto. Iba en el metro con la misma sensación de haber llegado al peaje de Hoyo de la Puerta, pero miraba a mi alrededor y estaba sentado en un vagón de Metro en un país que no era Venezuela. Y sin embargo, sentía que estaba llegando a mi casa, a lo conocido, a mi patio trasero, a mi pateadero.

¿Será que ya soy torontiano? La pregunta me queda quizá un poco grande para el poco tiempo que llevo aquí... pero me dí cuenta de que me estoy sintiendo cómodo.

Además, creo que otro punto a considerar es que ya veo por la calle caras conocidas. Es la gente que utiliza el tranvía para ir a downtown todos los días y que coincide a veces conmigo en el apretujón diario en la vía al trabajo.

Tenemos a:
  • La chica posh del cintillo y la chaqueta blanco y negro: es una muchacha de lo más linda, que parece sacada de una revista. Me encanta.
  • El chino gordito con audífonos: siempre tiene los audífonos puestos, cara de trance y se montaba por la puerta de atrás unas estaciones más adelante. Extrañamente ahora se monta en mi parada... y por la puerta delantera.
  • El chamo chama/chama chamo: que todavía no estoy seguro de si es un chamito de 15 años con cara de jeva o una lesbiana. Desconcertante.
  • El señor que se pinta los labios: se parece a uno de los personajes de "Priscilla, Queen of the Desert". ¿Alguien se acuerda? Es un señor que se ve de lo más serio... pero tiene cabello largo, labios pintados y zarcillos de brillantes como los que usa Daddy Yankee... o Andrés.
  • El señor de chiva con el coche: que puede verse en el tranvía sólo cuando la gente está apretujada al máximo, con las caras estripadas contra los vidrios y sin espacio para inflar los pulmones...
  • El loco mal oliente con el moco afuera: sé que suena un poco escatológico, pero no me podía permitir una descripción imprecisa por el bien de la belleza. El tipo APESTA como nunca pensé que podía apestar alguien. Es un hedor sencillamente indescriptible... ¡ah! y le guinda un moco siempre.
Sí. Ya vivo aquí.

¡Ah! Y el 30 de marzo llega mi primera visita de Venezuela... ¿pa' qué másh?

martes, marzo 06, 2007

sábado, marzo 03, 2007

Celebre con nosotros

En el marco de la celebración de los dos meses de este servidor en Toronto, "CuL!pe a Canadá" se viste de gala y cambia su imagen. ¡Como lo habíamos prometido! Ahora una imagen más estilizada, con nuevos colores y una hermosa fotografía (no tomada por mí) de la ciudad desde donde se redacta este blog que, humildemente, cuenta con lectores en Venezuela, Suecia, Italia, España, Francia, Inglaterra, Canadá, Estados Unidos y parte de Paraguaná.

¿Y de qué forma celebra Canadá con nosotros? Con una programación climática especial a lo largo y ancho de la ciudad, con eventos como La Locura de la Nieve, Nievemanía, Exponieve 2007, Nieve: El Espectáculo Musical del Año, Nieve On Ice, Nievevisión, El Nievetón por la Vida, Nieve: El Reencuentro, Super Nieve Sensacional, 2007: Odisea en la Nieve, Nieve del Sábado en la Noche, La Pasión de la Nieve, Blanca Nieves y los 7 Jinetes del Apocalipsis (presentando vientos de 60 km. por hora y más de mil ramas congeladas volando en escena).

¿Y al otro día cuando amanezcamos a 10 grados? Ciclo de charlas "Lo que la tormenta dejó", "¿Cómo llegar al trabajo en canoa?", "La importancia de llamarse Ernesto y de tener botas impermeables", Curso básico de salto con garrocha: "Usted sí puede llegar a la parada del tranvía sin hundirse en los codos de las aceras", proyección especial de las películas "Splash", "Río Salvaje" y "Dude! Where's my car?".


Agradecimientos especiales a Carlos Pérez por su colaboración en la producción de los eventos.

viernes, marzo 02, 2007

Semana de cobro(s)

**Este post tiene altas dosis
de habladera de paja**

(y vale el comentario porque cuando terminé de leerlo y me di cuenta de la falta de contenido relevante que tiene, me dio pena publicarlo... pero como ya lo había escrito qué carajo. Si tras esta advertencia no quieren leer el post, está bien... pero aprovecho para anunciar que CuL!pe a Canadá pronto tendrá nueva imagen. Así que vuelvan en un par de días. Ahora, si quieren leer el post, cuando terminen no digan que no se los advertí.)

El lunes comencé la semana cobrando. Durante la mañana, mi jefe me dio mi segundo cheque canadiense que diligentemente deposité en la hora del almuerzo. Si bien el dinero no hace la felicidad (dicen por ahí), nadie puede negar que recibimos con regocijo el día de pago (quien no, ya sabe que puede deshacerse del cochino dinero dándomelo a mí y que acepto efectivo, cheques venezolanos, gringos, canadienses y la mayoría de las tarjetas de crédito del mercado (menos Diners Club)).

Pero hay veces que cobramos sin querer y en vez de regocijo lo que recibimos es tremendo coñazo. Estos últimos días hemos estado constantemente bajo y sobre cero. Así que la nieve se derrite y se vuelve a congelar, formando así una capa completamente lisa de hielo llamada black ice, que tú juras que es un agüita ahí, cuando realmente lo que es es tremenda pista de patinaje. Dicho y hecho, saliendo tarde de la casa, como siempre medio apurado, di la curva cuando llegué a la acera, me resbalé y volé de forma aparatosa hasta quedar explayado en el suelo. Lo bueno es que con el ropero que uno carga puesto, lo que más te duele es la vergüenza.

Moraleja 1: debo levantarme más temprano.
Moraleja 2: debo utilizar zapatos que no tengan suelas tan lisas.
Moraleja 3: cuando digo que el contenido es altamente pajístico es porque lo es. Seguro te estas arrepintiendo de haber perdido 45 segundos de tu vida leyendo esta habladera de gamelote.
Cometario aleatorio: no sé si se pillaron que hay un venezolanismo muy popular donde se repite el verbo 'estar' o 'ser' consecutivamente. Ej: "tú lo que estás es loco", "tú lo que eres es tremendo ocioso por seguir leyendo esta vaina"