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viernes, mayo 29, 2009

Aló Capitalismo

La imagen la encontré aleatoriamente en Internet.

Por sugerencia de Ana me puse a escuchar el Aló Presidente Edición Especial de 4 días. Estaba escuchando el programa mientras trabajaba, por lo que pude prestarle atención sólo a algunas ideas que, oportunamente, comentaba con Ana entre risas e incredulidad.

Me gustó en particular la parte en la que hablaba de por qué las cosas tenían que ser subsidiadas por el Estado, aunque también disfruté el cuento del funcionario que le confesó que él no veía el programa los domingos porque esos días él los tomaba "para descansar", y de cómo Chávez le recomendó estar pendiente de sus discursos o que al menos se buscara a alguien que le hiciera un resumen.

Tras poco más de una hora de programa decidí quitarme los audífonos y salir a comprar algo para merendar. El mundo era diferente. El aire era pernicioso. Había algo en el ambiente que me daba repulsión. Vi a mi alrededor extrañado y lo único que pude ver fue Capitalismo. Capitalismo salvaje, hereje, malvado, asesino, bárbaro, sanguinario.

Ver Aló Presidente fue lo único que necesité para abrir los ojos. Pude entender finalmente que el Capitalismo es el culpable. ¡Qué claro estuvo desde siempre, y qué ciego he sido! El Capitalismo hace que comience el juego sin que nadie diga Granticopalmanizum, cuando te da el vuelto te tumba 5 mil bolos, te alarga los frenos del carro, pone el Facebook en mantenimiento cuando te quieres meter, le quita las rueditas a la bicicleta, te mete el mosquito en la nariz cuando estás durmiendo, coloca sal en el tarro del azúcar, cambia los datos en la Gaceta Hípica antes de que la impriman, hace que el ketchup salga todo desparramado cuando la botella es nueva, desbloquea los contactos bloqueados del Messenger (y les habla), te devulve el cheque por firma defectuosa, te da el Bati-Bati que no tiene chicle, te desconfigura el despertador, te agarra las nalgas en el Metro, te baja canciones de Pecos Kanvas a la computadora...

miércoles, mayo 27, 2009

El misterioso caso de Freckles Lona


De alguna forma que aún no logro entender, a pesar de que estoy escuchando Deadmau5, la ventana emergente de iTunes de la computadora de la oficina me anuncia que estoy escuchando a Pecos Kanvas...

¿Pecos Kanvas? ¿Casi Amante, Casi Amigo? ¿Qué demonios?

domingo, mayo 24, 2009

Tour Viene Luisito 2009, vol. 2: Bogotá, Colombia

Este post lo comencé a escribir cuando llegué a Toronto -el 18 de mayo-
pero es ahora cuando he podido sentarme a terminarlo.


Llegué a Bogotá todavía enfermo del estómago. Durante el vuelo me sentí bien pero cuando terminamos de almorzar, no podía con el dolor. Con toda la pena del mundo tuve que dejar el plato principal y una vez disipada la mesa, corrí al baño. Tras un espectáculo intestinal bastante vergonzoso e indescriptible, salí del baño. La mamá de mi amigo me preguntó que si quería algo, un agua aromática o té, mientras yo para mis adentros pensaba que no me vendría nada mal un corcho. Por fortuna, tras sentirme todo el día como El Gordo Huracán, una cena ligera y una reparadora noche de sueño, se me quitó todo y pude comenzar a disfrutar de Colombia.

Bogotá me recordó mucho a Caracas, con la diferencia de que la gente se ve tranquila y es muy educada. Todos emocionados de mostrar su ciudad, llenos de orgullo. ¡Y tienen que estarlo! Se ve que gozan de una calidad de vida que en Venezuela no se conoce desde hace años y hay un sabor a crecimiento y progreso en el aire. Está llena de vida, de calles por donde serpentea la gente incesante, incansable, entre puestos de arepas y tiendas. Se deja ver como una ciudad con los problemas típicos de cualquier ciudad grande del mundo pero con un futuro prometedor.


Muchas cosas qué ver y hacer:
  • El Centro/La Candelaria: como buena ciudad colonial, una cuadrícula alrededor de la Plaza de Simón Bolívar, con la Catedral, el Capitolio Nacional y más allaíta el Palacio Nariño-donde trabaja y vive el Presidente de la República.
  • Los museos: la mayor parte de los museos presenta sus colecciones con una curaduría esmerada y atractiva. Los mejores: el Museo Nacional, el Museo Botero, el Museo del Oro.
  • Zonas aledañas: el pueblo de Usaquén, el pueblo de Zipaquirá con su imponente Catedral de Sal.
  • Los sitios para sentarse: en general la comida me pareció barata... claro, cualquier cosa es barata después de pasar por Caracas. Los típicos: Crepes & Waffles, Bogotá Beer Company, Café Juan Valdez, Oma Café.
  • El transporte: a falta de sistema subterráneo, la ciudad cuenta con un sistema integrado de autobuses en canales dedicados llamado TransMilenio y que cubre prácticamente toda la ciudad. También están los tradicionales carritos por puesto y si se está en apuros, los taxis-todos con taxímetro.
  • La Calera: es un municipio cercano. En la vía, subiendo el cerro, hay miradores, restaurantes y sitios nocturnos que ofrecen una espectacular vista de la ciudad.
  • El Parque de la 93: un parque alrededor del cual hay restaurantes, galerías y sitios nocturnos.
  • La Zona Rosa y la T: otra área para caminar y explorar, llena de restaurantes, locales nocturnos, centros comerciales. Destino obligado los fines de semana.
  • La sabana: montarse en un carro, manejar 45 minutos y encontrarse en el más verde páramo. Un escape de la vida citadina ideal durante esos domingos cuando provoca comerse un postrecito.
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Me rehúso a dormir por las tardes porque me sienta mal. Sin embargo, vencido por el sueño de haber volado de nuevo a Toronto durante la noche, me acosté a dormir unos minutos. Es quizá el cansancio que todavía tengo, pero cuando desperté no sabía dónde estaba.

Fue una de esas "vacaciones donde uno no descansa" pero valió la pena ciento por ciento. Muchas gracias a toda la gente que hizo este viaje tan especial, tanto el volumen I como el volumen II.

Ya para finalizar, también aprendí una palabra nueva: tostión, el proceso mediante el cual se tuestan los granos de café y que da como resultado una bebida más o menos oscura. Nada tiene que ver, a pesar de su cercanía fonética y gramática, con ese curioso fenómeno que se da lugar en las discotecas (usualmente latinas) y que se ha hecho común con la popularización del género del reggaetón en los últimos años: el recueste de tostión.

lunes, mayo 11, 2009

Tour Viene Luisito 2009, vol. 1: Caracas, Venezuela

(Ya no debo la foto)

Una invitación para Bogotá fue el detonante de mi regreso a Caracas. Siempre hay motivos: ver a mi familia y a mis amigos, ponerle fin de una vez por todas a mi calvario con Cadivi y todas las otras diligencias que quedaron pendientes de la sonada visita de junio de 2.008. Cuando las oportunidades se dan, hay que tomarlas.

Con una planificación sencilla (y varias replanificaciones) pude salir de todas las visitas y diligencias hasta que...

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Tranquilos que la porcina no. Fue un virus tropical de esos "de los que está dando" que me mantuvo en cama dos días con fiebre, náuseas, dolores musculares y bueno...

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En Venezuela siguen conviviendo dos países en la misma área geográfica. El primer país vive inmerso en el sueño socialista del siglo XXI, de la mano de su creador y fomentador máximo, el Presidente. Los habitantes de este país repiten al pie de la letra y aplauden todo lo que el Comandante diga en su alocución semanal (al que le encanta ser aplaudido por todo lo que dice).

Paralelamente el otro país trata de llevar su vida en tensa tranquilidad, sin ver cadenas o leer noticias que rompan la burbuja de estabilidad que se arma alrededor, aguantando las horas de cola entre los chistes de Chataing y el sistema de mensajería del Blackberry. Asunción de barranco con resignado "ni modo".

De vez en cuando estos dos países se intersectan, se enfrentan y se alejan más, cíclicamente. ¡Luis descubrió el agua tibia en este viaje!

Sin duda, estar en un lugar que aún tiene tanto significado en mi vida pone todo en perspectiva. Va a ser interesante contrastar con el volúmen dos del viaje (del cual tengo muchas expectativas) y luego de nuevo, cuando esté en Toronto.

Como nota graciosa, en este viaje me enteré de que varias amigas y amigos de mis amigas y amigos siguen el blog y no los conozco... o sea, a mis amigas y amigos sí las y los conozco, pero no conozco a las amigas y amigos de mis amigas y amigos que siguen el blog... aunque ya en este viaje conocí a varios.

¡Hasta dentro de una semana!