Subscribe Twitter Facebook

domingo, enero 24, 2010

Contrafactum

En música vocal, contrafactum (pl. contrafacta) se refiere a 
"la sustitución de un texto por otro sin cambios sustanciales a la música".
Faulk, Robert; Martin Picker. "Contrafactum". 
Grove Music Online ed. L. Macy a través de Wikipedia

******************


Estoy flipando a colores en Madrid, mi nueva ciudad.

Finalmente me he mudado. Con mis maletas y una mochila me ha bastado. Vivo en un piso de puta madre en Velázquez, compartiendo con un tío muy majo aunque de vez en cuando se pone cansino. Hacer la colada ya no representa ninguna dificultad y en Ikea me he equipado. Lo más importante fue comprarme mi nórdico para estas fechas en que hace fresco. Convenientemente a dos manzanas tengo una estación de Metro que no se pone muy petada en las mañanas.

Ir a currar me toma veinte minutos. Es una suerte porque a mucha gente le queda a tomar por culo y se ha quejado. Todos los días en el curro se aprende algo nuevo. Me mola mogollón lo que estoy haciendo y, entre la gente majeta y los cascos, cuando estoy liado el día se me va bastante rápido.

Poca gente tiene Blackberry, la gran mayoría tiene móviles normales. En el Metro se ve mucha gente leyendo. Cuando hace mal clima -como hace dos semanas que ha nevado mogollón- la gente opta por el transporte público. ¡Joder! Es que la nevada, tela. La nieve cubría los coches, al punto que no se veían las lunas. En días así, la gente no sale con bebés en los carros a pasear. Menos aún cuando hace aire. Lo bueno es que se puede ir al cine a ver una peli con unas palomitas y se pasa guay.

Desayuno en casa como siempre. A esa hora provoca un croissant de jamón york y un ColaCao o un zumo de naranja, pero como lo que encuentro. A mediodía almuerzo y luego a las 2 de la tarde comemos en algún restaurante que quede cerca. La comida es buena aunque algo grasosa. Se come patatas casi que hasta con cacahuetes. Algunas comidas no me han gustado, como por ejemplo el lacón con pimentón, o el pimiento relleno de bonito. Es que me imaginaba otra cosa… Y ¿dónde se ha visto que una hamburguesa venga sin pan? En fin, los postres son de toma pan y moja. Mucha nata, flan, tartas y un surtido amplio de bollería. Aquí se come bien sin gastar una pasta.

La vida nocturna es una pasada. Cualquier día, a cualquier hora hay movida y se ve gente de marcha, toda piripi por la calle.

El idioma es un problema porque, como todos sabéis, en España se habla castellano, catalán, vasco, gallego...

******************



Estoy gozando un puyero en Madrid, mi nueva ciudad.

Finalmente me mudé. Con mis maletas y un morral me bastó. Vivo en un apartamento arrechísimo en Velázquez, compartiendo con un carajo muy pana aunque de vez en cuando se pone ladilla. Lavar la ropa sucia ya no representa ninguna dificultad y en Ikea me equipé. Lo más importante fue comprarme mi edredón para estas fechas en que pega pacheco. Convenientemente a dos cuadras tengo una estación de Metro que no se pone muy full en las mañanas.

Ir a trabajar me toma veinte minutos. Es una suerte porque a mucha gente le queda más lejos que el coño y se ha quejado. Todos los días en el trabajo se aprende algo nuevo. Me gusta mucho lo que estoy haciendo y, entre la gente chévere y los audífonos, cuando estoy ocupado el día se me va bastante rápido.

Poca gente tiene Blackberry, la gran mayoría tiene celulares normales. En el Metro se ve mucha gente leyendo. Cuando hace mal tiempo -como hace dos semanas que nevó burda- la gente opta por el transporte público. ¡Coño! Es que la nevada, ya les cuento. La nieve cubría los carros, al punto que no se veían los parabrisas. En días así, la gente no sale con bebés en los coches a pasear. Menos aún cuando hay brisa. Lo bueno es que se puede ir al cine a ver una película con unas cotufas y se pasa muy rico.

Desayuno en casa como siempre. A esa hora provoca un cachito de jamón y un Riko Malt o un jugo de naranja, pero como lo que encuentro. A mediodía me como un tentempié y luego a las 2 de la tarde almorzamos en algún restaurante que quede cerca. La comida es buena aunque algo grasosa. Se come papas casi que hasta con maní. Algunas comidas no me gustaron, como por ejemplo el lacón con paprika, o el pimentón relleno de atún. Es que me imaginaba otra cosa… Y ¿dónde se ha visto que una hamburguesa venga sin pan? En fin, los postres son ricos. Mucha crema chantilly, quesillo, tortas y un surtido amplio de pastas secas. Aquí se come bien sin gastar un realero.

La vida nocturna es depinguísima. Cualquier día, a cualquier hora hay cosas qué hacer y se ve gente rumbeando, toda prendida en la calle.

El idioma no es un problema porque, como todos saben, en España se habla español.