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jueves, diciembre 28, 2006

Shopping spree!


Habiendo pasado más de una semana en la capital mundial del consumismo, era de extrañar que no hubiera comprado nada aún. En parte, todos conocen mis sensibles problemas de espacio y peso en la maleta, por lo que no era muy difícil suponer que en Houston iba a caer en ese precipicio cuyo único fondo es el límite de la tarjeta de crédito.

¡Oh Cadivi! Supiste de mí el día de hoy.

Parte de mi parada en Houston antes de ir a Toronto, era para apertrecharme de lo necesario para resistir el frío inclemente que me espera. Así que hoy después de desayunar, nos fuimos al Katy Mills a comprar mi abrigo (...mi abrigo...). Burlington Coat Factory fue la primera e inteligente parada. Allí tras una hora y medirme como 50 abrigos, me decidí por uno, un sobretodo y unas orejeras... Listo. En ese momento he debido salir del mall. Pero no. Tenía también que comprarme unos guantes para el frío (Beta, me recomendaron que me comprara otro par que fuera más grueso por si acaso). Caminando llegamos a Bass, donde compré unas botas (que me hecían falta para la nieve)... y tres pares de medias. Ok, todo bien. Haciendo memoria creo que el descontrol comenzó cuando compré la cortadora de cabello (es que estaba barata en $19,99 en Bed, Bath and Beyond)... El cuento se hace corto y bastante autoexplicativo en el siguiente párrafo.

Compré un sobretodo, un abrigo, unas orejeras, unas botas, 3 pares de medias, una cortadora de cabello (ojo, ¡con 23 accesorios!), unos pantalones cargo y unos grises, un sweater, un mono de fleece, un par de medias (¡¿otro par de medias?!), una colonia (que en verdad no necesitaba pero que compré porque me la regatearon), una franela manga larga, unos pantalones para salir (¡¿más pantalones?!)... y... y... y... unos guantes. ¡Todo un hijo pródigo y legítimo del capitalismo salvaje!

¡Oh Cadivi!. Sí que supiste de mí.

jueves, diciembre 21, 2006

Volare oh oh, comprare oh oh oh no


Finalmente comenzó la primera etapa del viaje que estimuló el nacimiento de esta habladera de pistoladas. He llegado a Miami. El viaje fue súper suave: el avión salió y llegó a tiempo y la inmigración y aduana fueron rápidas. Comenzamos con buen pie, gracias a Dios.

Los descubrimientos del viaje comenzaron desde el momento en el que me monté en el avión. En el bolsillo del asiento había una revista llamada Sky Mall que básicamente son 500 páginas con miles de cosas, una más inútil que la otra, para que la gente que no comenzó a ver la película y que está acorralada en un interminable viaje, drene su ocio a través de su tarjeta de crédito. La ÚNICA cosa útil que encontré y verdaderamente quise comprar sabiendo que no iba a ser una infame pérdida de dinero, fue la pistola de malvaviscos... "never has victory tasted so sweet". La pistola tiene hasta una mira láser para lograr la "mayor precisión" en el disparo de los marshmallows. Sentado en esa silla de avión supe que mi vida había comenzado a tener sentido.
(espero que hayan saboreado el sarcasmo del párrafo anterior)

He tratado de no entregarme a la perdición de las compras y los mall. Y he salido victorioso hasta los momentos. De hecho, no he comprado nada en EE.UU... aún. Me compré una colonia en el Duty Free en Caracas, así que eso no cuenta. ¡Ja! De resto, cero, niente, nothing.

En otro órden de ideas, mi papá llegó hoy de Caracas y del aeropuerto se fue con mis tíos a El Arepazo. Dejó el koala en el carro y cuando salió a fumarse un cigarro descubrió que se lo habían robado (el koala, no el cigarro). Le rompieron el vidrio al carro de mi tía y se lo llevaron. Por fortuna no tenía muchas cosas de valor: sólo las chequeras venezolanas y los celulares chimbones que tenía con sus contactos. Esto sirve para demostrar por lo menos dos cosas, a saber:
1.- No es que uno se va de Venezuela y afuera se está seguro. El crímen está a la orden del día en todos lados.
2.- La pava de mi papá es internacional y no conoce fronteras.

También descubrimos que las capacidades de negociación de mi tía Silvia no son muy... sutiles. Intentamos llamar al teléfono Digitel, que estaba en roaming y cuando atendieron al otro lado mi tía amablemente dijo "buenas, usted le acaba de robar a mi hermano. Queremos el teléfono de vuelta". Hmmm.

Si alguien sabe de una persona que eche buenos ramazos de cariaquito morado, favor pasar el contacto a mi papá. Eso sí, que no sea de las que escupe anís porque después dejan a mi padre con un mosquero encima y tampoco es la idea pues.

jueves, diciembre 14, 2006

Cumple... años... ¿feliz?

Muchos consideran su cumpleaños como el día más importante del año. Yo no. Para mí cumplir años es un estrés. Así de fácil. Y no me importa lo que diga la gente porque sé que el primer paso es aceptar que tienes un problema. Listo. Aceptado.

¿Qué sucede típicamente el día de tu cumpleaños?
Primero que nada, comienzas a recibir llamadas de tu familia y amigos... toooodo el día, llamadas y más llamadas. Hay que asegurarse de estar cerca del teléfono o con un celular con la pila cargada (nota mental: carga la pila esta noche). Típicamente la conversación transcurre así:
Yo: aló.
Persona al otro lado de la línea: ¿Luis!? ¿cómo estás? ¡feliz cumpleaaaaaños!
Y: ¡ay gracias!
P: ¿cómo la estás pasando?
Y: pues bien vale, aquí ¿cómo está todo?
P: todo bien, gracias. ¿Y vas a hacer algo?
Y: sí bueno, esta noche tengo una reunioncita en mi casa. Me van a picar la torta y luego nos vamos por ahí a rumbear.
P: ah bueno chévere yo estoy pendiente.
Y: bueno, ¡gracias por acordarte!
P: no vale de nada. Estamos hablando.
(fin)

Toooooooodo el día. En repeat.

Ahora bien. Hay que asegurarse de atender la llamada porque si no, termina siendo algo así.
Yo: aló.
Persona al otro lado de la línea: ¿Luis!? ¡aaaaay Dios mío! Te he llamado todo el día, no te imaginas. ¡Gracias a Dios! ¿Recibiste mi mensaje de texto? ¿el del celular? Te dejé dicho con tu tío que 'feliz cumpleaños'. Menos mal que te encontré, por fiiiin. Te lo juro. Ha sido horrible comunicarse. ¡Ave María Purísima! ¿Cómo estás? ¡Feliz cumpleaaaaaños!
Y: ¡ay... gracias!
(lo demás transcurre igual)

¿Qué pasa? No sólo me estreso yo sino que los demás también. La gente tiene pánico de no felicitar el día del cumpleaños por temer represalias futuras del estilo "¡qué bolas que no te acordaste de mi cumpleaños! Acabas de entrar en mi lista negra y no pienso hablarte hasta que ( ). Yo que siempre te llamo el día de tu cumpleaños y a mi nunca se me olvida felicitarte". Detengámonos aquí.

¡Bingo! A mí sí se me han olvidado muchas veces los cumpleaños de la gente. Y no es porque la gente no me importe o me importe más o menos que otra. Es que es natural que a uno se le olvide. Y más ahora que todo el mundo corre todo el día con un solo estrés.

Recuerdo una vez que se nos olvidó el cumpleaños de María Paulina estando en la Universidad. Fue horrible. No me acuerdo exactamente cómo fue pero sé que fue horrible y ya no se me olvida (28 de septiembre).

O típico que saludas a la gente como si nada, en la oficina, en la casa y la nadie ha caído en cuenta de que cumples años. Uno no lo dice porque sabe que los presentes se mirarán las caras y comenzarán a dar excusas nerviosas tipo
* ¡Mentira!
* ¡Ay Dios mío, no puede ser!
* ¡Y yo que estaba pendiente!
* ¿Ya estamos a quince?... ¡y no me han pagado!
* (o peor) ¡Ajo! Si hoy es 15 y tú cumples año el 18.

El hecho es que tarde o temprano estalla. Es una bomba de tiempo. Porque típico que llega el que sí se acuerda, te felicita y voltea a su alrededor con cara de satisfacción ganadora preguntando "lo felicitaron, ¿verdad? Hoy es su cumpleaños".

Entonces todos comienzan a gritar ¡feliz cumpleañooooooooos! con aquella pena (incluido uno, claro está... (lo de la pena... no a gritar)). ¿Ven? Es un estrés para todos, sin excepción. ¡Y dígame si se te pasa el día! Uno todo enrollado pensando en qué excusa puede sonar auténtica o cómo convencer a la persona que uno pensó en ella pero se le olvidó llamar o escribir (que me pasa mucho).

¿Y los días siguientes? La ola de preocupación y culpabilidad ilimitada sabiéndote en la lista negra de la persona... al lado o muy cerca de Chávez o Paris Hilton o Bin Laden.

¡Y toda esa atención sobre uno! Es rarísimo. Y cuando uno se está acostumbrando a la atención, a los abrazos y besos, a sentirse especial... se acaba el día y te conviertes en noticias viejas y peor porque eres noticias viejas con un año más de edad que hace 2 días. Adiós atención, hola depresión post-cumpleaños.

Y si nadie te llama o se acuerda de ti, te sientes mal. Te sientes insignificante como el sucito de la uña del pie, tan querido como un mango picado de pajarito, tan olvidado como Francisco y Fernando. Adios juventud, hola depresión de cumpleaños.

¡Hay que estar bien demente!
(ilustración: The Birthday Cake de Beryl Cook)

domingo, diciembre 10, 2006

Oh, la mayoría


Somos como nos han educado nuestros padres. Somos producto de actitudes, traumas y repetición desde el vientre materno. Personalmente, tengo una (no sé cómo llamarle) ¿condición?, adquirida gracias a (o por culpa de) mi madre. Siempre me ha gustado la música y cuando era niño escuchaba cosas que la mayor parte del tiempo no le gustaban a mi mamá. Cuando venía una canción en la radio que me gustaba (y era algo estridente o gritona) yo la dejaba sonar y mi mamá se ponía toda tensa. Comenzaba a arrugar la frente y bajo sus lentes de sol escondía unas profundas ganas de caerle a batazos al reproductor del carro. Ante tales ánimos no me quedaba otra que cambiar la estación, a lo que fielmente mi mamá respondía algo como "cooooooño mijoooo, gracias a Dios, ¡¡me ibas a volver loca con esa musiquita!!".

Con el paso de los años, desarrollé entonces mi condición y es que ahora, no puedo disfrutar nada si no estoy 100% seguro de que la(s) persona(s) que me acompaña(n) están disfrutando, o al menos son indiferentes. Esto fue traumático en mi adolescencia sobre todo en el cine, cuando yo me tripeaba mi cine de autor y mis pelis fumadas o de alto contenido reprochable (Rosma tiene un cuento) y la gente comenzaba al lado a maltripear. Tuve entonces que ir afinando mi puntería a la hora de invitar a alguien a algún lado. En el carro siempre me pasa. Sin falta, colocaré música que le guste a mi copiloto o le soltaré el impelable "disjockea tú". Santo remedio.

Algo parecido me pasa cuando voy a un concierto de música clásica. Temo el momento en el que se acabe el primer Movimiento y la gente comience a aplaudir enardecida. Hoy en el Teresa Carreño en el concierto de Dudamel con la Sinfónica de la Juventud Venezolana Simón Bolívar la gente aplaudió a rabiar TODOS los Movimientos, a pesar de las miradas poco disimuladas de algunos (como yo) y la cara de "qué-sudacas-tan-ignorantes" de los músicos invitados. En el solo de Joshua Bell, estuve a punto de pensar que la gente se iba a parar a aplaudir cual solo de guitarra en un concierto de rock... no pasó... gracias a Dios.

La gente que sabe que no se aplaude por lo general manda a callar a la gente que finalmente queda como regañada y aplaude sólo cuando la mayoría lo hace. ¿Qué pasó hoy? Que la Ríos Reyna estaba llena y la mayoría no sabía que no se aplaudía.

Otra vez mi capacidad quedó reducida a añicos por culpa de la mayoría.

Todo esto me llevó entonces a reflexionar y preguntarme ¿qué hacemos con esta mayoría? ¿es posible educarla? Porque todos tenemos derecho ya sea por gusto, por obligación, por intento de superación cultural o por puro snobismo a ir a un concierto de música clásica. Quizá poner unos cartelitos de "donde fueres, haz lo que vieres" en las entradas a la sala y en los programas. O un maestro de ceremonia que explique aquello de los Movimientos y los aplausos. O quizá un letrero luminoso de "Aplauso" tipo talk show.

Quizá lo más fácil es rendirse a la masa y lanzarle sostenes al solista y esperar que el director lance la batuta al público. Me está gustando la idea y todo. Burda de contemporáneo.

lunes, diciembre 04, 2006

¿Cuál es mi problema?


Confieso que voté en contra del Presidente Chávez porque guardo fuertes diferencias con él, porque no me gusta las cosas que hace ni cómo las hace, lo que dice, cómo se comporta. Porque lo mío no es el socialismo sino el capitalismo, el libre mercado y el libre comercio, la competencia. No comulgo con él. Y no es que sí comulgue con Rosales. Al menos no del todo.

Un primo que está con el proceso me preguntó el porqué de mi explosivo nick en el MSN. Me preguntó si acaso no somos todos venezolanos iguales. Y ahí fue cuando me di cuenta de que mi problema es ese: el venezolano. Ese que se colea, que es vivo, que no quiere servir para nada y se corta las venas frente al Conavi porque el Gobierno no le ha dado una casa, que encuentra siempre la manera de torcer las cosas a su beneficio propio sin importarle nada más que eso, ese que encuentra más fácil robar que ponerse a trabajar así sea de obrero, ese que en la cola se mete por el hombrillo y se te mete más adelante. O peor, ese que está con el Gobierno porque tiene o tendrá un puesto en el Ministerio a pesar de no tener las aptitudes del cargo o que está cuadrado en un negocio por otro lado. Y honestamente siento que así es la mayoría de los venezolanos. La gente que es así se merece una mierda de país como el que tiene. Yo no soy así, no me lo merezco.

Le perdí la fe a mi gente y a mi país.

Y la verdad es que la diferencia no la hacía si ganaba Rosales. Hubiera sido la misma mierda. Quizá a mi modo de ver Rosales hubiera sido menos mierda porque no se hubiera puesto a regalar nuestro dinero y nuestro petróleo a diestra y siniestra, a comprar armas en vez de hacer hospitales, a verborrear en contra de los Estados Unidos o la persona de turno, a encompadrarse con Fidel y el Mar de la Felicidad, a adoctrinar a los niños que ahora son de la Patria además, a controlar mis gustos, a ir a elecciones con una base de datos de electores con gente que tiene 3 cédulas distintas o que sencillamente no sabe hablar español y vino de África sólo para votar porque les regalaron la nacionalidad venezolana, a no darle trabajo a alguien o mantenerlo asustado porque firmó en su contra...

Mi granito de arena y la única vía que tuve para tratar de cambiar las cosas fue con mi voto. Voté. Hice mi parte.

El hecho es que creo que el problema de este país es que nos hace falta un reseteo, que nos borren nuestra conocida idiosincrasia y nos instalen una nueva. Y eso no va a pasar. Entonces el problema no es que perdiera Rosales, ni que ganara Chávez... ¡soy yo!. Y yo pues me calo mi peo yo solo... eso sí, lejos de aquí. Gracias a Dios tengo la oportunidad de hacerlo.

miércoles, noviembre 29, 2006

La dulce espera

Pues en eso estoy en este momento: esperando. Es un fastidio esperar. De pana. Porque no es sólo esperar, es todo lo que viene alrededor de esperar.

Yo no sé quién me mandó a mí a renunciar a todo en mayo. Sé que el tiempo pasaría más rápido si estuviera haciendo algo con mi vida más que esperar. Estoy desesperado por actividad. La cosa es tan seria que he llegado al punto en el que me alegro cuando me sale una diligencia para hacer. Ando en la cola del banco feliz, sonriendo, y la gente me mira con cara de "qué le pasará a este pendejo"; me alegré cuando no encontré la brocha para pintar mi cuarto porque tenía que ir a Epa a devolver el repuesto que había comprado, ya tengo todos los papeles de la Universidad (me falta legalizarlos, ¡yupiii!), puse casi todas las tapas de los suiches del apartamento de San Anton, compré mis pasajes, los de mi papá y mi hermano y ya pedí el poder para mi papá, el teléfono y el cable (a pesar de que me negaba rotundamente hace pocas semanas como ya saben).

Ya de por sí esperar es un fastidio solito. Yo en lo que pienso es en los enfermos. Pobrecitos. La gente que está enferma está jodida doblemente. Por un lado, si estás enfermo te sientes mal y además de eso, tienes que esperar a que el médico te atienda (que usualmente la consulta de uno no dura ni la mitad de las consultas de los demás que uno tuvo que esperar). Y de ñapa, se tienen que calar que les digan pacientes como para que no armen zaperoco. Quien puso ese nombre es un desgraciado. Gracias a Dios, yo no estoy enfermo y sólo espero. Pero no espero solo.

Cuento los días para irme (faltan 2 semanas y 5 días en este momento) y sé que mis amigos y conocidos también los cuentan. Ya algunos hasta te lo dicen de frente. Son unos descarados. Hubiera pagado los pasajes si me hubieran dado 500 bolos cada vez que alguien me dice:
  • Mira, ¿y tú no te ibas?
  • ¿Ya volviste... o no te has ido?
  • ¿Todavía aquí?
  • Ay chico, pero si yo te hacía en Praga...
  • Ah, ¿te vas el 18? ¡Coño, por fin!
  • ¿2 semanas y 5 días? ¡Eso es casi 3 semanas! Noooo chico, ¡ahora es cuando te falta!
  • Bueno mijo, ¿y entónces cuándo es que te vas? Ya está bueno, ¿no?
Lo que pasó fue que me faltó el dramatismo de una partida rápida y dolorosa, como la de Johnny. ¡Esa sí fue una despedida de verdad! Todos con lágrimas, fuertes emociones contenidas puestas en libertad como una manada de caballos salvajes, histeria, comentarios egoístas de "no te vayas" y "me vas a hacer mucha falta". ¿Y yo? ¡Ya la gente está harta de verme aquí! Y con lo que me gusta a mí un drama vale... Esos días antes de irme van a armar las fiestas patronales aquí en Caracas. Y ojalá que me vaya y no regrese en muchos años, porque si regreso en marzo, mucha gente va a dejar de hablarme... sobre todo la que cuenta con que yo me vaya (¡uuuuh! golpe bajo jajaja).

En fin, la espera... desespera y seguiremos esperando. ¿Alguien necesita ir al banco?

jueves, noviembre 16, 2006

Listo para saltar


El otro día iba en el carro escuchando música y escuché una canción perfecta para estos días pre-viaje. Es la canción "Jump" de Madonna, del disco Confessions on a Dance Floor. ¡Es perfecta! Les dejo la letra para que se la bajen y se la tripeen.

"Jump" [Written by Madonna, Joe Henry and Stuart Price] There’s only so much you can learn in one place The more that I wait, the more time that I waste I haven’t got much time to waste, it’s time to make my way I’m not afraid of what I’ll face, but I’m afraid to stay I’m going down my own road and I can make it alone I'll work and I'll fight, Till I find a place of my own Are you ready to jump? Get ready to jump Don’t ever look back, oh baby, Yes, I’m ready to jump Just take my hands Get ready to jump We learned our lesson from the start, my sisters and me The only thing you can depend on is your family And life’s gonna drop you down like the limbs of a tree It sways and it swings and it bends until it makes you see Are you ready to jump? Get ready to jump Don’t ever look back, oh baby Yes, I’m ready to jump Just take my hands Get ready to, are you ready? (Spoken:) There’s only so much you can learn in one place The more that you wait, the more time that you waste I'll work and I'll fight till I find a place of my own It sways and it swings and it bends until you make it your own I can make it alone (my sisters and me) (repeat 7x) Are you ready to jump? Get ready to jump Don’t ever look back, oh baby Yes, I’m ready to jump Just take my hands Get ready to jump Are you ready to jump? Get ready to jump Don’t ever look back, oh baby Yes, I’m ready to jump Just take my hands Get ready to, are you ready?

lunes, noviembre 13, 2006

Una semana como pocas


Hay semanas en las que no pasa nada. Esta semana definitivamente no fue así. Veamos. Espero que no se aburran...

08 de noviembre: me uní a la campaña de "ABRAZOS GRATIS" y fui abrazado por una total desconocida como a eso de las 12 del mediodía en la Plaza Altamira. Resulta que es como una tendencia mundial y la gente está saliendo a la calle a dar abrazos gratis. El hecho es que fui abrazado y estuvo genial. Una de las personas que estaba abrazando tiene un blog. Visítenlo y revivan su experiencia.

11 de noviembre: fui engañado como un niño de pecho. Resulta que el día anterior compré mi entrada para Shakira en 3ra. etapa en Bs. 127.000 con el dolor de mi alma y justo esa noche me dijeron que una amiga de una amiga estaba vendiendo unas entradas "preferenciales" en 120.000. Pues con un estrés horrible, bajé vuelto loco al día siguiente y vendí mis entradas en 120.000. No se imaginan la felicidad que me embargaba. Todos los pajaritos decían "Shakira Shakira tu casa mi casa" a mi alrededor. Cuando fui a donde la chama a comprarle las entradas ERAN GENERALES del Club Movistar. Y no sólo eso, sino que las compró en 1era. y 2da. etapa. y le costaron 70 y 90 mil bolos... es decir, le redondeé Bs. 80.000 suavemente.

¿y el concierto?: la verdad fue un desastre. Tardamos horas para entrar y la gente se puso bruta afuera y comenzó a alebrestarse y a enfrentarse con la policía así que nos metimos aprovechando la confusión y el caos que había. Por supuesto, no vimos nada y el sonido fue pésimo. Eso sí, ella estuvo espectacular. Salió explotada y se movió como le dio la gana. Lo malo de su concierto fue que duró muy poco: sólo hora y media.

y finalmente hoy: fui a la Embajada a sacarme la visa. ¡Ya está en mi poder! Lo más interesante fue que en la cola se paró un negrito detrás de mi, que a leguas se veía que no iba a sacarse la visa, y dijo "Good morning" mientras la señora de adelante se guardaba el celular toda contrariada. Yo respondí "Good morning" y me he instalado a hablar con el tipo en inglés. Resulta que era un profesor de Historia Negra de Brooklyn llamado André, que tiene 2 semanas en Venezuela. Anoche lo robaron y no tenía cómo llegar a Puerto Cabello, donde están sus cosas. El hecho es que pasé una hora hablando con el pana sobre racismo, historia negra, política internacional, viajes, el desayuno venezolano ¡y hasta cine!. Lo ayudé con algo de dinero y se fue. Fue una experiencia burda de fina.

Diossss, ya estoy llegando a la altura de Chepa Candela. Menos mal que no tengo Internet en la casa...

miércoles, noviembre 08, 2006

Con la porno en el ojo

Para muchos (entre los que me incluyo), la pornografía es una buena amiga, compañera inequívoca de momentos de depresión, soledad, ocio o sencillamente líbido. Sin embargo, cuando la misma te ataca y pone en riesgo tu propia vida, la cosa cambia. Hoy trataba de bajar una maleta de la parte alta del closet de mi hermano y una lluvia de revistas porno (que eran sólo 4 pero que sentí que venían con tipas y todo) me cayó en toda la cara durísimo.

Me pareció tan surreal el episodio que lo primero que pensé fue en publicarlo en el blog. Pensé que había sido obra de la fuerte contusión en la frente y la nariz... pero horas después estoy aquí frente al computador confesando los pormenores de mi ataque.

Creo que he sido devorado por el monstruo del blogging. Que Dios me agarre confesado...

jueves, noviembre 02, 2006

Cada vez más dulce hogar


Parece que diciembre es el mes que me verá finalmente partir a tierras canadienses. Hoy me escribió mi jefe y me dijo que era mejor que empezara a trabajar alrededor del 5 de enero dado los retrasos que he tenido con lo de la visa. Creo que nadie se esperaba que fuera tan fastidioso. El hecho es que el lunes me estará revisando el doctor de la Embajada y sólo quedará esperar a que me llamen para ponerle mi calcomanía al pasaporte (información cotejada con Gabymac, que pasó por lo mismo)... así que ya poco a poco nos acercamos más al Día C... de calcomanía.

De resto, me es muy grato informar que el apartamento de San Antonio poco a poco va tomando forma. Cada vez parece menos La Limonera y se acerca a lo que uno piensa es un apartamento. Ayer subí después de casi 5 días (en los que decidí quedarme en La Trinidad disfrutando del siglo XXI) y quedé gratamente sorprendido. ¡Tanto que hoy vuelvo a subir! :-D La cocina ya tiene piso nuevo (un porcelanato negro espectacular que compró mi papá), las paredes están pintadas (de blanco, menos una que es como rosa opaco), quitaron el pecho de paloma de la ventana de afuera... y mañana colocan el calentador a gas. ¡Ya me dieron ganas de poner el cable yo mismo!

¿Y Andrés? Pues esta semana pasó dos días consecutivos allá arriba. No sé si para darle calor al hogar o porque estaba atrapado sin salida. Pobre. La verdad es que allá arriba no hay mucho qué hacer ahorita (además de inhalar ingentes cantidades de polvo, claro está) ¡ah ya recuerdo! Es que estuvo trabajando en el taller.

El hecho es que dan cada vez más ganas de quedarse arriba. El apartamento va muy bien. Ya tendrán oportunidad de conocerlo cuando lo inauguremos.

Finalizo reconociendo a otra lectora asídua: Lileana(hhh) Chacón. ¡Muahhhh! No sabía que eras fan hardcore del blog... aunque debí intuirlo cuando gritaste "mira, allá va La Oswalda" el otro día en Lain... eeeen fin.

domingo, octubre 29, 2006

Je suis désolémac!

Quiero pedir disculpas públicas a la China por haberla excluído de la lista de asiduos seguidores de mi blog (o la lista de gente masoquista, como a veces me gusta llamarla...), en espera de que me vaya a visitar a Toronto con su metecasquillo esposomac.

Aprovecho este post para publicar una de las canciones hot de la semana y un video de un comercial de Sony que me mandó Andrés que está espectacular. ¡Que los disfruten!

 

martes, octubre 24, 2006

Mi vida amish


Mudarse no es fácil. Estamos claros en eso desde hace días. Vivir en un apartamento en remodelación en San Antonio de los Altos tampoco lo es. Comienzo entonces a describirles lo que es mi vida tal día como hoy. Mudarse fue sólo el principio.
  • Cocina: por ser parte álgida de la remodelación se encuentra en estado crítico. Digamos que desmantelada pues. Recibe en este momento el nombre de Dante's Peak ya que el polvo de la demolición lo cubre absolutamente todo dándole a la cocina un romántico toque de erupción volcánica de ensueño.
  • Electricidad: hay... en la mayor parte de la casa... menos en el baño de nosotros y la cocina... es decir, el 40% de lo que denomino hogar habitable (dícese de los lugares donde se desenvuelve nuestra vida cotidiana y que no están ocupados por cajas) se encuentra en penumbra. Cabe destacar que el calentador de agua se ubica en esta área tan especial... Pero es que si de agua se trata...
  • Agua: va y viene. Es como Andrés... sólo que el agua ha estado más tiempo con nosotros. Ayer en la noche se fue (el agua, Andrés ni siquiera subió). Hoy volvió... pero marrón, a eso del mediodía. Resulta que hay problemas de suministro en la Urbanización que según los mismos vecinos "nunca antes se había visto". En fin que me cepillo con un tobito de agua que dejé a un lado del lavamanos y me baño... en La Trinidad en casa de mi Abuelo.
  • Comunicaciones: no tenemos todavía teléfono ni Internet porque nadie se ha dignado a pedir el servicio... Probablemente si no lo hago yo, mi familia se privará el resto de sus días de comunicarse. Esto me recuerda la semana pasada que Andrés repentinamente llegó a la casa y mientras empacaba un maletín de ropa limpia y dejaba la sucia me preguntó qué había pasado con el teléfono, con esa carita de incredulidad e inocencia que él pone. Me abstuve de contestarle que el Espíritu Santo no sabía dónde quedaba la oficina de CANTV para hacer la solicitud de la línea y me limité a contestar un ni idea, tratando de imitar su cara de incredulidad e inocencia. La de él es mejor, debo confesar.
  • Entretenimiento: no tenemos cable todavía. Pasa más o menos como con el teléfono. Por otra parte, en mi tele se ve más o menos Venezolana de Televisión y Televen. Ver cómo estallaba a pedazos el muro de la cocina durante la demolición ha sido lo más divertido hasta ahora, seguido de cerca por la vez pude ver dos episodios de Los Simpson.
¿Alguien quiere adoptarme por un par de semanas? :-D

miércoles, octubre 18, 2006

Por decir algo

He pensado escribir cosas nuevas... pero todo parece como demasiado aburrido. ¡Ya me quiero ir para tener cosas finas qué contar! Mi vida se ha reducido a esperar las cartas de invitación que tengo que llevar a la Embajada para que me den la visa de trabajo y matar el tigrito en mi vieja oficina de Los Palos Grandes.

Ah bueno, puedo contarles de las pelis españolas que he visto esta semana en el Festival.
  • "La Vida Secreta de las Palabras" de Isabel Coixet: salimos de la sala y dijimos "con razón es protegida de Almodovar. La película es muy buena pero muy muy dura. Me gustó que uno se hace una idea de la protagonista al principio y al final, cuando te enteras de por qué ella es así, la ves como una persona totalmente distinta. Muy recomendable.
  • "Héctor" de Gracia Querejeta: es un drama entretenido. Tiene diálogos muy buenos... aunque a veces pasan demasiado rápido y son burda de elaborados como para ser conversación casual. Yo pensaba qué demonios comería esa gente para decir esas cosas tan finas en conversaciones casuales.
  • "Oculto" de Antonio Hernández: buena historia. Es quizá un poco lenta, pero es buena. Angie Cepeda aparece totalmente explotada en esta peli, así que por ahí se paga ya parte de la entrada. Es chévere y diferente.
Y al final, me salió un post relativamente razonable. Si alguien que lea esto ha visto otra peli y quisiera recomendarla, deje un comentario. Me han recomendado ya dos personas "Princesas" de Fernando León de Aranoa, así que esta puede ser una buena opción también. Se las dejo pues.

Siyu leiter.

lunes, octubre 09, 2006

Desde la Plaza de Chacao

Tras una mini gira por Chacao, encontré junto a ßeta una wi-fi en la Plaza de Chacao. A todas estas no sabemos si es la red gratis de la alcaldía o es alguna wireless conveniente. El hecho es que aprovecho para publicar un post que escribí ayer en mi delirio ladilloso sabatino neo San Antoniero...

"Kilin mi sofli"
Mudarse es una de esas cosas que definitivamente uno tiene que vivir para entender. Toda la vida uno escucha "ay no, mudarse es horriiiiiiible" y uno lo toma por sentado... hasta que te mudas. La cuestión se pone mejor cuando rebotan el documento de compra-venta el día de la firma (claro, supuestamente el Registro me había llamado desde el día anterior pero fueron incapaces de dejar mensaje), la Apoderada quiere echarse para atrás y presenta errores en sus documentos... todo esto mientras el camión de la mudanza estacionado frente a la casa, cargado ya desde hacía rato, esperaba impacientemente por subir, el cuarto de mi papá y el estudio permanecían hasta el techo de peroles aún por clasificar y los dueños nuevos de la casa nos informaban que querían mudarse ese mismo día. Relax-o-visión.

Lo importante es que ya estoy en mi nuevo hogar, bastante contento... Sería perfecto si mi papá y mi hermano dejaran de pelearse por quién va a usar el carro esta noche, mientras yo recorro la casa en busca de un wireless piadoso (esto lo estoy escribiendo offline con la esperanza de postearlo el algún momento... debería poner la fecha y la hora actual). Al oír el tono serán las 7 horas, 53 minutos, 40 segundos... (me preocupa la gente que haya escuchado el tono).

Esta mudanza también me ha ayudado a repasar mis conocimientos de oferta y demanda. Hace unos días hubiera dado un órgano por una caja. Hoy, daría el mismo órgano por desaparecerla... junto con el perolero inclasificable que lleva adentro la !#$%& caja.

Esta semana vendrán a pintar y supongo que comenzará la remodelación. Hasta que eso no esté listo, tendremos los muebles embalados. Así que el desastre perdurará por unas semanas más. ¡Ah! Pero creo que la peor parte ya pasó... ¿verdad que sí? (este es el momento en el que la gente que se ha mudado comienza a desviar la mirada de forma incómoda y probablemente se ría internamente con sádica placidez).

jueves, octubre 05, 2006

Una visita muy...agradable puesss


Pues hoy entre cajas y cajas, recibí con placer la visita de mi siempre bien ponderada Mary que dejó bien sentado aquél dicho que reza:


"La confianza da asco"


Entre conversas, chismes y acontecimientos varios nos dió la hora de la cena. Previamente le escribí a Andrés que nos trajera una canillita para comer. Cuando llegó nos fuimos a preparar nuestro festín alimenticio para darnos cuenta que de vaina había jamón y queso en la nevera, no había mantequilla ni cuchillo para picar el pan y el Nestea... pues la gráfica habla por sí sola.


Con la honestidad que caracteriza a la amiga (y quienes la conocemos no dudamos nunca esto) la muy muy viene y dice de repente y sin anestesia "o sea, Luis, yo entiendo que te estés mudando... lo que no entiendo es la desidia". Tras risas y risas, seguimos preparando el sanwichito (que íbamos a compartir) con las bolsitas de mayo y ketchup que hemos ido acumulando de las visitas al AutoMac. Yo no le dí importancia al asunto y más tarde no me le quedé callado y le dije "disfruta esta comida... ésta hubiera sido una comida para mí mañana... que te estoy dando a ti" (por supuesto, más risas) y el remate final lo dio la amiga con "mañana cuando te vea te voy a joder"...


Es que teniendo amigos así...


La firma se pospuso para el viernes así que ese día tendremos firma y mudanza. Un día de pronóstico reservado.

lunes, octubre 02, 2006

Kilin de fiver


Esto del blog es bien fino. Cada vez me convenzo más de la excelente idea que tuve (jajaja). He colocado mis videos favoritos y voy a colocar algunos mp3. Lo malo es que esas listas de la derecha no se colapsan... a menos que alguien sepa cómo demonios colapsarlas y me diga.

Ya hoy introduje los papeles de la compra-venta del apartamento de San Antonio tras un vía crucis de solvencias, papeles y subidas por la Panamericana. Si todo sale bien firmamos el miércoles o jueves y sacamos los peroles hasta el sábado cuando entregamos aquí abajo. Hay millones de cajas y ahora es cuando faltan... ¡ah! ¡la emoción indetenible de mudarse!

Hoy también firmé y envié la carta de aceptación de la pasantía, dando pasos certeros rumbo al socialis... perdón, al intercambio.

Buej, ya maté fiebre por hoy. Ci vediamo dopo!

Dicho y hecho


Me prometí que lo haría y aquí estoy cumpliéndome: dije que en cuanto saliera seleccionado para una pasantía iba a abrir un blog personal. De esta forma echo el cuento una vez en el ciberespacio y todos pueden enterarse de una. Además uno se evita omitir cierta información a algunas personas y todo el mundo se entera en la misma proporción de todo. ¡No más "qué bolas que no me contaste que"!

En fin que antes de que me disperse otra vez y termine hablando de cualquier otra cosa, les cuento que fui seleccionado para trabajar en Canadá, en Toronto. La gente de la compañía quedó al parecer muy complacida con mi actitud (no te llevo nada, Sony Entertainment Television). Esta semana que viene entonces estaré saliendo de la vorágine de la mudanza y continuando con la aceptación de la pasantía.

En otra entrega les doy más detalles de todo. Estoy DEMASIADO FELIZ y por supuesto, ligeramente cagado.