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domingo, septiembre 28, 2008

Definitivamente, a uno no se le puede dar tanta libertad


Manejando mis finanzas, traté de de entrar el otro día a mi cuenta del Banco de Venezuela. Puse mi contraseña y me dio un error de contraseña errada. Intenté de nuevo con más cuidado y el error apareció de nuevo. Me pareció un poco raro así que tercamente introduje la contraseña una tercera vez para enterarme de que mi cuenta había sido bloqueada tras los tres intentos fallidos.

Llamé al banco y la solución era simple: ir al vínculo "¿Olvidó su contraseña?" y seguir los pasos. Me pareció un poco injusto porque yo no había olvidado mi contraseña nada... Ingresé los datos y ahí fue cuando apareció ante mí la pregunta secreta


Cuando configuras la cuenta de Clavenet te piden que hagas una pregunta cuya respuesta sepas tú y sólo tú. Es astuto por una parte porque el nivel de seguridad es alto... pero ¿qué pasa cuando uno se las da de vivo y pone una pregunta existencial como esa?

Me puse a buscar el botón para la ver la pregunta de secreta de la pregunta secreta... pero no existe. Entonces estuve un rato pensando en qué quiero conocer... o qué hubiera querido conocer cuando configuré la cuenta hace quién sabe cuánto tiempo y tras un acalorado debate conmigo mismo introduje mi respuesta.

Por supuesto que fue incorrecta y salió el método alternativo a la pregunta secreta que me permitió recuperar mi contraseña y finalmente acceder a mi cuenta. Al entrar, lo primero que hice fue tratar de averiguar qué demonios quiero conocer, pero no encontré la manera de ver dónde se configura esa pregunta y saber la respuesta. Así que creo que, a pesar de todos mis ejercicios mentales y regresiones caseras, me quedaré con la duda.

Hice un compilado de preguntas que creo uno no debe colocar en éstas configuraciones. Ya me lo agradecerán...
  • ¿Qué quieres conocer? (obviamente)
  • ¿Qué es la vida?
  • ¿Cuánto dinero tiene Bill Gates?
  • ¿Dónde quiero estar tal día como hoy el año que viene?
  • ¿De qué color es el limón?
  • ¿Cuál es mi peso en la Luna?
  • ¿Cómo me hubiera querido llamar si hubiera nacido de diferente sexo? (aunque creo que mi respuesta sería Lupe...)
  • ¿Por qué no encontraron culpable a OJ Simpson?
  • ¿Qué me puse hoy?
  • ¿Qué es el moñongo?

lunes, septiembre 22, 2008

Esta viajadera loca (Reprise)

Por puro ocio y para probar mi total devoción actual por los Kleenex, ayer me metí en kleenex.com y descubrí que tienen el slogan más gracioso que pueden tener los Kleenex. Tanto que ahora el que inventé para ellos me da un poco de vergüenza. El slogan oficial es:

"Kleenex® Déjalo salir"

En mi caso, lo primero que se me vino a la mente fue la hemorragia de mocos que he cargado toda la semana y que si los hubiera dejado salir libremente haciéndole caso al slogan, probablemente ya no tendría amigos en Canadá. Claro, ellos explican en el sitio lo que hay que dejar salir:

"¿Alguna vez has reido hasta llorar? ¿Has tenido un hola o un adiós
lleno de lágrimas? Es en momentos como estos cuando sólo tenemos que
dejarlo salir™ - porque nos ayuda a sentirnos mejor.
La marca Kleenex® te invita a dejarlo salir™ en este sitio web.
Mira lo que otros han dejado salir (jajajaja ¡asco! ¡qué morbo!),
muéstrales tu apoyo, y comparte las cosas que te hacen sentir mejor"


Curiosamente no mencionan en ningún momento uno de los usos más comúnes de los Kleenex y por el cual ahora soy fanático de la marca.

Una cosa importante que pasé por alto en mi post anterior (y para dejar atrás el escatológico tema de mis secreciones nasales) fue esta foto que tomé en Los Angeles especialmente para CuL!pe a Canadá.


Los fanáticos más duros del blog recordarán de inmediato el post "Cosas que descubrí en Nueva York y que, probablemente a nadie le importan". Podemos estar seguros de que, con mis viajes, he aprendido que la industria alcantarillera de India es fructífera y tiene alcance internacional.

Industria Alcantarillera de India, ¡deje que nosotros se la tapemos!

sábado, septiembre 20, 2008

Esta viajadera loca


Desde que llegué a Canadá en enero de 2007 tengo una espinita. Cuando me enteré de que me venía a Toronto (dentro de dos semanas habrán pasado dos años de ese momento) supuse que iba a pasármela viajando por Canadá y Estados Unidos, como se hace en Europa con las líneas aéres de descuento.

La cruda realidad es que ni en avión, ni en tren, ni en autobús sale barato: a Nueva York en avión fueron en aquella oportunidad $350, de Toronto a Montréal en tren pagué cuando fui $250 con una oferta especial, averigüé para volver a Nueva York en noviembre en autobús y sale en $197. En cambio, recuerdo que en Europa tomé un avión de Madrid a Londres, ida y vuelta por €45 ¡y otro de Londres a Estocolmo por lo mismo!

La solución al problema la han dado paulatinamente los road trips que hemos hecho: el año pasado fuimos unos días a Nueva York y unas semanas después a Memphis (16 horas de carretera, gracias). Dividiendo los costos de alquiler de carro, gasolina y hotel entre varios, los viajes terminan costando algo bastante razonable.

Creo que puedo asegurar que la espinita viajera salió disparada este mes... Ontario, Michigan, Ohio, Pennsylvania, Nueva York y California, 4890 kilómetros de viaje después.

Para despedir esta edición, debo decir que este post no habría sido posible sin la colaboración de Kleenex.

Kleenex, lo más efectivo después de un corcho en la fosas nasales
para enfrentar la moqueadera de la gripe.

sábado, septiembre 06, 2008

Torontollywood


Cada año, Toronto se convierte por 10 días en la casa de las celebridades con el Festival Internacional de Cine. La sensación es rara. Es como que te invitaran a una fiesta pero no te dejaran entrar. En el ambiente hay un aire de exclusividad, de dinero, de inaccesibilidad.

Este año se exhibirán 312 películas de todas partes del mundo de las cuales 15 son producciones o co-producciones latinoamericanas. La muestra latina está conformada por Acné (Uruguay/Argentina/España/México), Blindness (Canadá/Brasil/Japón) la adaptación de "Ensayo sobre la ceguera" de José Saramago, Dioses (Perú/Argentina/Francia/Alemania), El Nido Vacío (Argentina/España/Francia/Italia), Ultima Parada 174 (Brasil), Linha de Passe (Brasil), Leonera (Argentina/Corea del Sur/Brasil), Liverpool (Argentina/Francia/Holanda/Alemania/España), Era Uma Vez (Brasil), Los Paranóicos (Argentina), Dangkou (Brasil/China), Intimidades de Shakespeare y Víctor Hugo (México), Tony Manero (Chile/Brasil), Voy a Explotar (México) y La Ventana (España/México).

Las películas se exhiben desde temprano en la mañana, toda la semana, por lo que a veces es imposible asistir a menos que se finja una diarrea súbita el martes y un dengue hemorrágico el jueves y viernes. Aunque en verdad creo que lo hemorrágico sería en todo caso el dinero saliendo de la cartera.
Las entradas a las premiere especiales cuestan $39 y las presentaciones regulares $19, así que darse banquete con el Festival puede llegar a ser un poco costoso.

Es muy divertido ver a la gente agolpada en las premieres para ver a los famosos. Ayer fuimos a meter el ojo en la premier de Burn After Reading, la nueva de los hermanos Coen y (medio) vimos a John Malkovich y a Tilda Swinton. Yo me monté en una baranda y pude ver a Brad Pitt por encima de todas las cabezas, manos y cámaras que alocadamente tomaban fotos borrosas de los personajes entre un mar de gritos histéricos. Sin embargo, lo más cómico de ayer fue el japonés que estaba detrás de mí y le gritaba a Brad "Bradoru, ai loveru iu!!!"