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martes, abril 06, 2010

El Juicio de París


Fue una infeliz coincidencia de eventos la que se dio lugar esa mañana en Alésia.

La disputa comenzó porque la china, cuya máquina no admitía billetes, metió sus €20 en la máquina de la española que, a su lado, estaba siendo asistida por el amable empleado del metro. Primer día de abril y la gente tiene el tiempo justo para activar el pase mensual, montarse en el metro y llegar al trabajo. En medio de los alaridos de la consternada china, que ya tildaba de ladrona a la española, se escuchan los gritos desesperados del ejecutivo francés que ya se impacientó e insulta en su lengua al empleado del metro, que defiende a la española que sólo quería llegar a Disney.

Estoy presenciando la Sampablera y pienso que Caracas no tiene turistas ¿Cuándo fue la última vez que viste a un turista paseando en Caracas? Me pregunto cómo sería la cosa si en la capital hubiera una torre Eiffel, un Arco del Triunfo, un Museo de Louvre.

Puedo apostar mi edición limitada de DVDs de Alerta con Marietta Santana a que, de todos los que estamos presenciando el caos, ninguno es de aquí. No sé si meterme y arreglar el pleito, considerando que es mi primera vez en París, y que el francés que sé está limitado a nombres de comidas -champignon, filet mignon, petit-pois.

Días después Magali me dice que ella no siente el amor en París, ni sabe a lo que se refiere la gente. Esto sucede mientras vemos a un chico que llega en bicicleta a la Fuente de Saint-Michel a encontrarse con su novia, que lo recibe con un beso pornográfico. Pienso que todavía no he visto al primer francés de verdad con sus bigotes ooh la la, su boina negra, su baguette bajo el brazo, su copa de vino tinto en la mano y el cigarrillo en la otra pero estoy lejos de la decepción. París es como me la imaginaba: grandiosa. Ahora pienso que un llévatela pa' un hotel está muy a lugar, considerando que ese viejito de allá se está acordando de lo que se siente tener una erección mientras mira a la parejita contoneándose en medio de la plaza y se sonríe picarón.

En mi mente queda el contraste entre el delicioso aroma de los panes recién horneados, las crêpes de chocolate y los croissants de mantequilla, y la pestilencia de la fuente de Versalles que aparentemente tenía excrementos auténticos de María Antonieta y que despejó con su hedor el jardín, entre hordas de gente que huían despavoridas tratando de arrancarse con las uñas el epitelio olfativo (junto con la lluvia de granizo horizontal, uno de los momentos más cómicos del viaje).

París: no te amo porque mi corazón pertenece a otra... pero quiero que sepas que no me importaría ser tu amigo con derecho.

5 comentarios:

My hump dijo...

jajajaja!!! demasiado bueno My hump!!!! A mi me encantó Paris aunque no tuve el placer de oler a nadie y Versalles cuando fui estaba bello!!! Pero tu opinión es una de las mejores!!! De verdad que Paris es tremando amigo con derecho!!! =)

Lidya dijo...

Como siempre L! una descripción única y exclusiva a lo L!, sin imitaciones jejejejejejejeje. A mi me encantó Paris la primera vez que fui, y las siguientes veces siempre encuentra la manera de sorprenderme.. es una ciudad de ensueño y muy dificil no reirse picaramente como el viejito, y menos si vas con un corroncho jejejejeje.. Para mi debil corazón, y con una notable variación a lo que dijo Gertrude Strein, right know Spain is my country, but NY & Paris will always be my hometowns!! :=)

Gracie dijo...

No puedo estar más de acuerdo contigo, parís es maravillosa, las calles, las panaderías, los paisajes, el detalle lo antipaticos que son los parisinos, esa gente si es dificil, claro es dificil cuando uno solo sabe decir es oui. Igual que tu, mi corazon pertenece a otra

Thalia dijo...

Siempre quise ir primero a la India, pero tu has despertado con tu descripción tan vívida mi primer amor tierno y juvenil hacia París, no tanto como para ser amiga con derechos pero sí para darle sus apapachos y besos franceses una semana al año y caminar de mano sudada.

Luis! dijo...

jajaja caminar de mano sudada... completamente de acuerdo.