jueves, noviembre 02, 2006
Cada vez más dulce hogar
Parece que diciembre es el mes que me verá finalmente partir a tierras canadienses. Hoy me escribió mi jefe y me dijo que era mejor que empezara a trabajar alrededor del 5 de enero dado los retrasos que he tenido con lo de la visa. Creo que nadie se esperaba que fuera tan fastidioso. El hecho es que el lunes me estará revisando el doctor de la Embajada y sólo quedará esperar a que me llamen para ponerle mi calcomanía al pasaporte (información cotejada con Gabymac, que pasó por lo mismo)... así que ya poco a poco nos acercamos más al Día C... de calcomanía.
De resto, me es muy grato informar que el apartamento de San Antonio poco a poco va tomando forma. Cada vez parece menos La Limonera y se acerca a lo que uno piensa es un apartamento. Ayer subí después de casi 5 días (en los que decidí quedarme en La Trinidad disfrutando del siglo XXI) y quedé gratamente sorprendido. ¡Tanto que hoy vuelvo a subir! :-D La cocina ya tiene piso nuevo (un porcelanato negro espectacular que compró mi papá), las paredes están pintadas (de blanco, menos una que es como rosa opaco), quitaron el pecho de paloma de la ventana de afuera... y mañana colocan el calentador a gas. ¡Ya me dieron ganas de poner el cable yo mismo!
¿Y Andrés? Pues esta semana pasó dos días consecutivos allá arriba. No sé si para darle calor al hogar o porque estaba atrapado sin salida. Pobre. La verdad es que allá arriba no hay mucho qué hacer ahorita (además de inhalar ingentes cantidades de polvo, claro está) ¡ah ya recuerdo! Es que estuvo trabajando en el taller.
El hecho es que dan cada vez más ganas de quedarse arriba. El apartamento va muy bien. Ya tendrán oportunidad de conocerlo cuando lo inauguremos.
Finalizo reconociendo a otra lectora asídua: Lileana(hhh) Chacón. ¡Muahhhh! No sabía que eras fan hardcore del blog... aunque debí intuirlo cuando gritaste "mira, allá va La Oswalda" el otro día en Lain... eeeen fin.
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