Mención especial merece el hostal donde nos quedamos durante nuestra estadía en Nueva York. Para quienes no sabe, un hostal es como un hotel donde las habitaciones y baños son compartidos. Ya antes me había quedado una noche en un hostal en Madrid y la experiencia fue excelente: no hay nada más barato, por lo general es pura gente joven, estudiante, pelabola, super pana, respetuosa... ¡como uno!
Teníamos dos reservaciones porque yo me quedaba cinco noches y María Gabriela dos. Llegamos el primer día, nos registramos y nos dijeron que íbamos a estar en una habitación una noche y en otra la noche siguiente. Cabe destacar que la habitación era de 8 personas. A eso de las 4 de la mañana se siente un movimiento raro en la habitación y una susurradera, risas entrecortadas, movimiento de maletas y la voz de una española diciendo "¿dónde coño está la factura Carlos? ¡hay alguien en mi cama!" El desastre siguió hasta las 6 más o menos y a las 7 sonó nuestro despertador. María Gabriela tomó la venganza en sus manos y se secó el cabello, despertando a toda el ala sur del hostal.
Bajamos entonces a la recepción para que nos dijeran a dónde nos teníamos que mudar y nos dicen "¡eran ustedes! La habitación que les dieron ayer era la que debían ocupar esta noche"... y todo estuvo claro.
Luego de que Lela se fue, me mudaron a una habitación de cuatro camas con tres personas "muy limpias y ordenadas", que llegaban siempre armando escándalo a eso de las 4... una de las cuales roncaba como nunca antes había escuchado roncar a nadie. El ronquido parecía diseñado por la misma gente que diseñó las planillas de depósito de Venezuela, con el único y firme propósito de hacerle miserable la vida a quien sea que durmiera a 150 metros de él. ¡Pobre familia! Mi consuelo en medio de la impotencia y el cansancio fue pensar en la ruina de vida en pareja que tendrá ese carajo toda su vida. Buajajaja.
Moraleja: si se quedan en un hostal procuren quedarse en habitaciones con pocas camas o viajar en grupos grandes, de forma tal que puedan ocupar la mayor parte. Mejor malo conocido...
3 comentarios:
Jejejejeje
L! my dear, veo que pasaste por la increible experiencia de dormir en una de las habitaciones de 4 y más de los hostel... definitivamente, si no pasas por eso no te puedes llamar a ti mismo joven turista pelabola, jejejeje.. welcome to the club!! (tenemos reuniones tipo AA sobre ronquidos y sonidos traumáticos)
Todo cool my brother, pero como es eso de la planilla de depósito del Banco de Venezuela!!!!! que pasó papá??? don't mess with my income provider... jejeje ;)
Nada como NY!!!!! espero por tus blog del concierto de Police!!!!!
un beso!
Pues los hostales son así... buena compañía, rumberos, antipáticos, apestosos, etc...
pues experiencias graciosas en hostales: ducharse en la cocina (si, ducharse!), llegar a las 4am y sentarte en tu cama dándote cuenta que has aplastado a alguién (que es lo que debieron hacer con ustedes!) jajaja y así decirle.. hey! está es MI cama!... uno fino era el hostal-colegio donde si uno quería guardar tu mochila bajo llave te daban la llave de una especie de mini cárcel en la planta baja (nuestra conclusión era que ahí encerraban a los niños que se portaban muy mal... muy weird!)
cuentos hay pa todos. pero al final de todo entre barato y barato... pues gana barato... además hay chance de conocer gente mas frita que uno y super pana!
siga echando cuentos jajaja
Lui!!! Q risa nada más cuando leí Hostal Royal Manzanares, me reí mucho.
Si se trata de ronquidos yo te puedo echar un cuentico, jajajaja.
Besos,
mR!
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