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sábado, abril 14, 2007

Hostal "Royal Manzanares"

Mención especial merece el hostal donde nos quedamos durante nuestra estadía en Nueva York. Para quienes no sabe, un hostal es como un hotel donde las habitaciones y baños son compartidos. Ya antes me había quedado una noche en un hostal en Madrid y la experiencia fue excelente: no hay nada más barato, por lo general es pura gente joven, estudiante, pelabola, super pana, respetuosa... ¡como uno!

Teníamos dos reservaciones porque yo me quedaba cinco noches y María Gabriela dos. Llegamos el primer día, nos registramos y nos dijeron que íbamos a estar en una habitación una noche y en otra la noche siguiente. Cabe destacar que la habitación era de 8 personas. A eso de las 4 de la mañana se siente un movimiento raro en la habitación y una susurradera, risas entrecortadas, movimiento de maletas y la voz de una española diciendo "¿dónde coño está la factura Carlos? ¡hay alguien en mi cama!" El desastre siguió hasta las 6 más o menos y a las 7 sonó nuestro despertador. María Gabriela tomó la venganza en sus manos y se secó el cabello, despertando a toda el ala sur del hostal.

Bajamos entonces a la recepción para que nos dijeran a dónde nos teníamos que mudar y nos dicen "¡eran ustedes! La habitación que les dieron ayer era la que debían ocupar esta noche"... y todo estuvo claro.

Luego de que Lela se fue, me mudaron a una habitación de cuatro camas con tres personas "muy limpias y ordenadas", que llegaban siempre armando escándalo a eso de las 4... una de las cuales roncaba como nunca antes había escuchado roncar a nadie. El ronquido parecía diseñado por la misma gente que diseñó las planillas de depósito de Venezuela, con el único y firme propósito de hacerle miserable la vida a quien sea que durmiera a 150 metros de él. ¡Pobre familia! Mi consuelo en medio de la impotencia y el cansancio fue pensar en la ruina de vida en pareja que tendrá ese carajo toda su vida. Buajajaja.

Moraleja: si se quedan en un hostal procuren quedarse en habitaciones con pocas camas o viajar en grupos grandes, de forma tal que puedan ocupar la mayor parte. Mejor malo conocido...

3 comentarios:

Lidya dijo...

Jejejejeje

L! my dear, veo que pasaste por la increible experiencia de dormir en una de las habitaciones de 4 y más de los hostel... definitivamente, si no pasas por eso no te puedes llamar a ti mismo joven turista pelabola, jejejeje.. welcome to the club!! (tenemos reuniones tipo AA sobre ronquidos y sonidos traumáticos)

Todo cool my brother, pero como es eso de la planilla de depósito del Banco de Venezuela!!!!! que pasó papá??? don't mess with my income provider... jejeje ;)

Nada como NY!!!!! espero por tus blog del concierto de Police!!!!!

un beso!

Anónimo dijo...

Pues los hostales son así... buena compañía, rumberos, antipáticos, apestosos, etc...
pues experiencias graciosas en hostales: ducharse en la cocina (si, ducharse!), llegar a las 4am y sentarte en tu cama dándote cuenta que has aplastado a alguién (que es lo que debieron hacer con ustedes!) jajaja y así decirle.. hey! está es MI cama!... uno fino era el hostal-colegio donde si uno quería guardar tu mochila bajo llave te daban la llave de una especie de mini cárcel en la planta baja (nuestra conclusión era que ahí encerraban a los niños que se portaban muy mal... muy weird!)
cuentos hay pa todos. pero al final de todo entre barato y barato... pues gana barato... además hay chance de conocer gente mas frita que uno y super pana!
siga echando cuentos jajaja

mR! dijo...

Lui!!! Q risa nada más cuando leí Hostal Royal Manzanares, me reí mucho.

Si se trata de ronquidos yo te puedo echar un cuentico, jajajaja.

Besos,

mR!